La vicepresidencia de Iglesias marca el camino de la regulación calificando de "fracaso" el modelo portugués

Madrid

Enero será clave en el desarrollo de la nueva Ley de Vivienda que el Gobierno está elaborando con la participación tanto del ministerio de Transportes, que tiene las competencias, como de la vicepresidencia de Derechos Sociales. Sánchez e Iglesias pactaron, en el marco de la negociación de presupuestos, una hoja de ruta que incluía la regulación de los alquileres que reclamaban en Unidas Podemos. Pero en la formación morada, anticipándose a hipotéticos desencuentros, marcan ya el camino de lo que debería o no incluir esa legislación. La vicepresidencia de Derechos Sociales, dirigida por Pablo Iglesias, ha elaborado un informe, al que ha tenido acceso La SER, en el que analiza la experiencia portuguesa llevada a cabo desde 2019. calificándola de "fracaso".

En ese texto, la vicepresidencia de Iglesias recuerda que la medida del país vecino "no limita el precio del alquiler, sino que es una iniciativa de carácter voluntario" y que el Gobierno portugués ofrece incentivos fiscales a los propietarios de viviendas que decidan alquilarlas a un precio reducido. Su conclusión es que la experiencia, bajo esos parámetros, no ha funcionado. "Los datos del Ministerio de Infraestructura y Vivienda muestran que, hasta el momento, el programa es un fracaso" analizan. "Durante el primer año (julio 2019 – julio 2020) se celebraron 242 contratos de arrendamiento para 10.417 solicitudes. Es decir, se cubre al 2,3% de las personas que demandan un alquiler asequible".

Según este análisis, el motivo principal del fracaso "es que para los propietarios los beneficios fiscales que incluye la iniciativa (exención del pago del IRPF aplicable al alquiler y reducción del IBI) no resultan atractivos" mientras que los inquilinos "constatan que la iniciativa es poco realista, ya que contempla precios máximos demasiado altos, poco ajustados a los bajos salarios que existen en Portugal".

La comparación que establecen en la vicepresidencia segunda no es aleatoria. En su programa electoral, el PSOE abogaba por medidas fiscales de incentivo del alquiler, en la línea de lo ofrecido en Portugal. Así que adelantándose a posibles tentaciones de recuperar ese modelo, los morados tratan de marcar el camino de lo que debería incluir -y lo que no- la nueva Ley de vivienda, rechazando esas posibles medidas de incentivo y reivindicado lo acordado entre ambos partidos en el marco de los presupuestos.

En aquel acuerdo, PSOE y Unidas Podemos se comprometía a "habilitar a las comunidades autónomas y/o ayuntamientos para que a partir del Sistema de Índices de Referencia de Precios del Alquiler" pudieran establecer su índice de precios así como la posibilidad de que puedan declarar "con carácter temporal y excepcionalmente, una zona urbana de mercado tensionado". Ese sería el camino para poner topes a los alquileres, según el acuerdo, estableciendo "mecanismos de contención o eventualmente bajada de los precios, tanto de los nuevos contratos como de los contratos existentes".