Kamala Harris, la vicepresidenta de las 'primeras veces'
Kamala Harris jurará este miércoles su cargo como primera mujer vicepresidenta de Estados Unidos, consiguiendo un nuevo hito en una carrera ya repleta de históricos logros
Madrid
"Lo conseguimos. Lo conseguimos, Joe. Vas a ser el próximo presidente de EEUU". Kamala Harris felicitaba así el pasado 7 de noviembre, cuatro días después de las elecciones presidenciales, a Joe Biden por su victoria frente a Donald Trump. Y, a pesar de que las palabras de Harris hacían referencia al que será desde este miércoles el presidente del país, la que acababa de hacer historia era ella.
Kamala Harris (1964) no buscaba ser la primera mujer vicepresidenta de Estados Unidos. Se presentó a las primarias del Partido Demócrata buscando conseguir lo que no pudo lograr Hillary Clinton en 2016: vencer a Donald Trump para convertirse en la primera presidenta de la historia del país. No lo consiguió, pero en el intento dejó detalles para el recuerdo.
Quizá su momento más brillante fue precisamente un demoledor ataque contra el que será el nuevo inquilino de la Casa Blanca y ahora compañero, Joe Biden, durante uno de los debates televisados de las primarias demócratas. Harris fue muy dura con él al recordarle sus alabanzas a dos senadores norteamericanos “que habían basado sus reputaciones y carreras en la segregación racial”. También le reprochó “haber trabajado con ellos” oponiéndose al traslado en autobús de alumnos negros a escuelas en distritos ‘blancos’ para conseguir la integración racial.
Era su momento cumbre en la precampaña electoral. Y siguió. “Había una niña pequeña en California que era parte de la segunda clase integrada en su escuela pública. Esa pequeña niña era yo”. Tras esa última frase hubo 20 largos segundos de ovación y vítores. Se crearon camisetas y pines con el eslogan. Su campaña recibió donaciones millonarias en las siguientes semanas. Su intención de voto se disparó. Era el momento más dulce de la campaña de Harris.
Este tenso encontronazo con Biden durante el debate de junio dio alas a una candidatura presidencial que acabaría cayendo varios meses después. Sin embargo, ese momento define, según su círculo más cercano, a la perfección a la que será la primera vicepresidenta de EEUU, de la que dicen que es ‘una luchadora sin miedo a golpear a aquellos en el poder’.
Una carrera llena de ‘primeras veces’
La futura vicepresidencia de Kamala Harris será solo la última de sus ‘primeras veces’ en la vida pública. De 2004 a 2010 Harris sirvió como la primera mujer fiscal del distrito de San Francisco. Después, fue elegida como la primera afroamericana y primera mujer en ostentar el cargo de fiscal general de California.
Tras ello se convirtió en senadora. Entonces no fue la primera mujer negra en llegar al Senado de EEUU, sino la segunda. Solo Carol Moseley Braun había logrado este reconocimiento desde 1993 hasta 1999 en toda la historia de dicha Cámara.
Con su vicepresidencia, Kamala Harris marca un nuevo hito en su carrera, ya que hasta el momento solo dos mujeres habían intentado lograr dicho puesto con anterioridad: Geraldine Ferraro (1984) y Sarah Palin (2008). Ambas fracasaron. Por ello, Harris será la primera mujer, primera afroamericana y primera surasiática en alcanzar el segundo cargo político más importante de EEUU.
Larga tradición en la lucha por los derechos civiles
Kamala, que en sánscrito significa flor de loto, es hija de padres inmigrantes. Su madre, Shyamala Gopalan Harris, era una mujer india investigadora del cáncer de mama que falleció a causa de un cáncer en 2009. Su padre, Donald, de origen jamaicano, fue profesor de Economía en Stanford.
Ambos eran grandes defensores de los derechos civiles y es luchando por ellos en las calles como se conocen. Desde pequeña, Kamala y su hermana Maya acompañan a sus padres en múltiples manifestaciones en Oakland y Berkeley (California) en las que, según su madre, la pequeña Kamala se desgañitaba gritando “libertad” desde el carrito para niños en el que la llevaban.
Tras conocerse la victoria de Biden frente a Trump en las elecciones, Harris dedicó parte de su discurso a hablar de su madre y de las generaciones de mujeres que lucharon para que una de las suyas ostentara un puesto de poder en el futuro. "Podré ser la primera mujer en esta oficina, pero no seré la última", dijo en su primer discurso a la nación como vicepresidenta electa una Kamala Harris que ya ha reconocido que considera su trabajo como un enlace entre sus “ancestros” y predecesores en la lucha por los derechos civiles y las generaciones a las que espera empoderar.
Harris tendrá muchas miradas sobre ella. Quizá más que nunca. Y es que jamás un vicepresidente estuvo tan bien colocado para sustituir a su presidente. La avanzada edad de Joe Biden (cumplió 78 años el pasado mes de noviembre y es el presidente más mayor en ostentar la presidencia) y los rumores de que éste no intentará luchar por un segundo mandato en la Casa Blanca para dejar paso a savia nueva en el partido ponen a Harris en una vicepresidencia sin precedentes y de la que se espera mucha más visibilidad y presencia que la que ha protagonizado desde 2016 el republicano Mike Pence.
Guillermo Nieto
Desde 2017 escribe en la sección digital de la Cadena SER