"Lo sucedido en el Capitolio es resultado de años de populismo en algunas instituciones estadounidenses"
Jaume Duch, portavoz del Europarlamento, advierte de la preocupación en la Unión por la proliferación del populismo al estilo Trump
Los últimos días de presidencia de Trump han puesto en vilo al mundo. Las imágenes de milicianos armados entrando en el Capitolio erizaron el vello a muchos dirigentes políticos en todo el mundo. En Bruselas, una ciudad donde Trump ha dejado pocos amigos, preocupaba no ya lo que sucediera en Washington, sino la inspiración que pueda suponer para movimientos similares en el continente europeo. Hablamos con el portavoz del Europarlamento, el español Jaume Duch, sobre la preocupación por los discursos populistas.
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¿Preocupa en Bruselas las consecuencias de la violencia política en Estados Unidos estas semanas?
Desde las instituciones europeas se ha vivido con mucha preocupación lo que ha pasado en Estados Unidos. Fue sorprendente, pero al mismo tiempo es resultado de una deriva de los últimos meses y años, que tiene que ver con el aumento de las tesis populistas y la demagogia política en algunas instituciones estadounidenses. Y tiene mucho que ver con la desinformación. Esa es una lección que deberíamos aprender los europeos, que la desinformación masiva de sectores importantes de la población lleva a que abracen tesis que no tienen ningún sentido, y se apoyen en la violencia para que esas tesis vayan hacia adelante. Y aunque hay que estar siempre muy atentos a la desinformación y la injerencia de terceros países, también se puede producir a nivel nacional, desde dentro y no necesariamente desde fuera.
Desinformación, confusión ante la información, mensajes contradictorios en tiempos de crisis, propaganda. ¿No les preocupa que, al hacer del tema de la vacuna un tema bandera para Europa, en la medida en que surgen problemas en las campañas de vacunación el mensaje se acabe volviendo en contra?
No hay tiempo que dedicar a ese tipo de temores, porque las instituciones europeas están centradas en facilitar el acceso a la vacuna a los estados miembro. Pero es verdad que la distribución y la oferta de la vacuna a los ciudadanos es algo organizado a nivel nacional o por debajo del nivel nacional. Esa no es competencia europea, lo que se ha hecho es invertir fondos para ayudar a los laboratorios a conseguir la vacuna antes de un periodo de tiempo normal, y luego contratar el acceso a esa vacuna de manera mancomunada, para evitar que los propios estados miembros compitieran entre ellos. Eso se está haciendo razonablemente bien, la mayor parte de la población se ha dado cuenta del papel positivo que está jugando Bruselas, y a partir de ahí las demás administraciones tienen que tomar sus iniciativas para que el proceso de vacunación vaya lo más rápido posible.
Respecto al brexit, estamos pendientes de que se fije una fecha para que el Europarlamento lo ratifique. El presidente Sassoli se dió prisa en aclarar que la entrada en vigor del acuerdo a falta de esta aprobación es algo muy excepcional, pero de nuevo queda el mensaje de que el parlamento importa menos cuando hay prisa, y queda para el final
No es que quede para el final, es que en esos temas la competencia del parlamento es la ratificación, así que llega al final del proceso. Eso no quiere decir que el parlamento no intervenga a lo largo del proceso. El parlamento tiene que ser parte de la discusión, aunque no lo sea a veces en la negociación. Por ejemplo, en el tema del presupuesto [nuevo marco presupuestario 2021-2027), la contribución del parlamento ha sido clave para aumentar la dotación presupuestaria en muchos programas, como el erasmus y otros programas con impacto directo en la vida de los ciudadanos. Gracias al Parlamento se ha establecido un vínculo directo entre el acceso a los fondos y el respeto al estado de derecho. Si repasamos la lista de mejoras obtenidas por el parlamento a la hora de aprobar los presupuestos, nos damos cuenta de que su papel ha sido fundamental. Y en el caso del brexit es cierto que falta esa ratificación, que debería producirse antes del 28 de febrero, cuando el acuerdo provisional deja de estar en vigor. Y si no se aprueba, no hay acuerdo, lo que quiere decir que el parlamento tiene una responsabilidad muy importante. ¿Cómo puede usarla? Pues tras su estudio pormenorizado del acuerdo, ofreciendo a las otras instituciones mejoras a ese acuerdo. Quizás no para ser introducidas inmediatamente pero si a lo largo de los próximos años, sabiendo que es un acuerdo mejorable, y que no incluye algunos temas en los que está claro que tarde o temprano el Reino Unido y la Unión Europea tendrán que colaborar y coordinarse, como es en política exterior o de seguridad.
Ese acuerdo deja muchísimas cosas fuera, así que en cierto modo eso deja al parlamento europeo ante el papel de impulsar el acercamiento a las instituciones y sociedad británicas en los próximos años para estrechar la relación?
Ese es el papel que deberían tener ambos parlamentos, el europeo y el británico. El parlamento birtánico lo aprobó en un día, así que dudo mucho de que tuvieran tiempo de revisarlo. El europeo si está haciendo ese examen, por eso no podemos saber todavía cuándo tendrá lugar la ratificación, pero un papel positivo puede ser poner de manifiesto los aspectos de ese acuerdo que deben ser mejorados o los temas que deberían completarlo en el futuro. Y eso seguramente se va a ver propiciado por la realidad, por el choque con la realidad que ya estamos viendo. Sólo son los primeros días de enero pero vemos en los medios británicos las quejas de empresarios, de organizaciones, sindicatos, de gobiernos de la diferentes naciones británicas, diciendo que el acuerdo no recoge elementos que creían que si recogería, o dándose cuenta de que el brexit supone la desaparición de una serie de ventajas que les habían sido escondidas por el gobierno británico. Todo eso irá saliendo a la luz y en los próximos años los propios británicos llamarán a la puerta de la Unión, no para pedir el acceso, que no va a pasar a medio plazo, pero si para pedir fortalecer la relación.