María José Llergo, la promesa del flamenco que canta a los jornaleros
La cantaora María José Llergo actúa esta tarde en el Inverfest, en el Circo Price de Madrid, donde presenta su disco 'Sanción'
Solo una nativa digital, de la llamada Generación Z puede reivindicar con su música el cante de los jornaleros andaluces. María José Llergo empezó a cantar gracias a su abuelo, que todo lo arreglaba con una canción. Sin referentes artísticos, Llergo se fue a estudiar a Barcelona. Desde hace año y medio es una de las cantantes de flamenco más prometedoras. Su primer single, compuesto por ella, 'Niña de las Dunas' sorprendió a todos, indies, puristas y amantes del flamenco. María José Llergo no tiene trampantojo, es tal cuál se presenta, aunque su voz suave se transforme sobre el escenario. Este viernes toca en Madrid, en el Inverfest, en un concierto sanador, como ella lo denomina.
¿Cómo es dar un concierto en la tercera ola del coronavirus?
Las actuaciones ahora las tomamos como un regalo. Cada una de ellas son muy emocionantes tanto para el público como para nosotros.
Dices que amas el cante gracias a tu abuelo, ¿qué peso tiene en que hayas llegado aquí?
La verdad es que tengo muchísima suerte de tenerlos. Me enseñaron a amar el cante y a vivir amando, que es más difícil que vivir odiando. Esa situación de odio es una de las razones por las que no me hago Twitter. Sin darse cuenta, mi abuelo me enseñó a vivir cantando, a expresarme así. Cuando él tenía algo que decir, en vez de decirlo con dolor, se inventaba una letrilla y lo decía. Crea belleza donde no hay dolor y eso es una enseñanza que va más allá de la música.
Has definido el flamenco como un mantra, ¿no son cosas opuestas?
No son opuestas para mí, al revés. Me gusta cantar como en la meditación, cuando se dice que se apaga el pensamiento y solo fluye la emoción y te entregas por completo. Muchas veces cuando piensas tiendes a la pretensión, a querer demostrar, al ego, y cantar desde un punto de vista meditativo es justo lo contrario, dejar que la música te envuelva, te genere un mantra que te haga trascender eso, te haga expresarte de una manera sincera, desde la aceptación. Y eso es mucho más libre.
¿Cómo definirías el flamenco?
El flamenco es la música clásica de mi tierra, de Andalucía. Es mi raíz, desde donde yo parto y es imprescindible valorarla como una raíz fuerte, porque si un árbol no tiene una raíz fuerte es difícil que crezca y menos que crezca algo. Así que cultivándola cada día puedo llegar a ser un árbol fuerte como la encina, que sea robusta, que a lo mejor no crezca mucho, pero que soporte todo tipo de tempestades.
Eres muy joven, pero tu música ya es referente para nuevas artistas, ¿qué legado te gustaría dejar a las mujeres que lleguen después?
Quiero dejarles fuerza. Quiero que sepan que aunque tengan sueños que parezcan inaccesibles a lo que su entorno les permite pensar, lo pueden lograr. A mí me pasaba cuando era pequeña, que tenía un sueño y pensaba que era inalcanzable, porque nadie de mi entorno había tirado por ahí. Lo que quiero es que crean en ellas por encima de todo, que no se rindan nunca, que sepan que tienen una fuerza que aunque los demás no la entiendan está ahí. Que luchen, que si yo estoy aquí, ellas también pueden. Nadie dijo que fuera fácil, pero lo importante es que sea.
Tu primer disco, Sanación, se publicó antes de la pandemia, y cuentas que refleja tu proceso de curación, ¿de qué necesitabas sanarte?
No estaba premeditado, pero fue mi sanción personal. Yo de repente me encontré con que estaba cumpliendo mi sueño, pero estaba triste. Estaba cargando con una mochila de recuerdos, de traumas, de muchos años de lucha que me impedía disfrutar del momento presente. Así que decidí curarme a mí misma, hacer mi sanción y entregarme a los demás desde una forma sana. Descubrí la meditación y entre la música y la meditación conseguí llevar a cabo este proyecto. Por eso suena así, porque la música es una extensión más de mi vida privada. Yo canto lo que he vivido, las letras las compongo yo. Además, es acorde con el momento en que vivimos. En un momento de pandemia mundial, lo que todos necesitamos es un mensaje que no sea tóxico, sino todo lo contrario, el alimento pa el alma.
El apego a la tierra y la autoexploración en la juventud, son temas que están en sanación, ¿por qué interesaba ahondar en ellos?
Mi inspiración son los demás. No hay cosa que me emocione más que ver a los de mi alrededor felices o que su propia lucha me inspire. Pensar en la gente del campo, en la sabiduría iletrada, por así decirlo, de la gente del campo. Es un saber que va más allá de los conceptos, que trasciende. Gente que no hay sabido leer y escribir y que nos deja letras maravillosas de canciones. Esas letras trascienden todo. Son letras que canta la gente del campo mientras labora la tierra. Tiene una importancia tan grande para mí que trato de incluirla a modo de homenaje. Lo importante es que todos tengamos a qué recurrir y si podemos recurrir a estas letras, ya tenemos una pequeña ayuda.
A pesar de que haya mucho de ti en esas letras, también hay temas sociales, Nana del mediterráneo habla sobre el drama migratorio, y Soy como el oro tiene una clara reivindicación de clase, ¿es importante para ti que la música refleje un compromiso político y social?
Yo estoy dando conciertos y tengo una vida estable ahora, pero mi vida desde que nací ha estado sube a la incertidumbre constante. Hasta hace un año y medio yo estaba estudiando en Barcelona y no sabía si al día siguiente me iba a tener que volver a mi pueblo porque no tenía para pagar el alquiler. En mi casa no ha sobrado el dinero, pero ha sobrado todo lo demás. Ha habido cultura, mi madre estaba siempre leyendo y mucho apoyo y fortaleza. Ahora estoy en un punto de vista más estable, pero sigo observando lo demás. Aunque ahora sea una persona privilegiada que puede pagar el alquiler, sé que las personas de mi entorno sufren para pagar una factura. No se me olvida todo eso. Soy consciente de que el mundo en el que vivo le da más libertad al dinero que a las personas que lo portan y eso es así de cruel. Todas nuestras necesidades básicas están monetizadas y si no puedes acceder a ellas te quedas fuera del sistema, si no mira lo que pasa en la Cañada Real. Soy consciente de lo que pasa en este sistema y le canto a eso. Es una manera de fortalecernos ante lo que pasa.
Sales en el anuncio de Cruzcampo con ese deepfake de Lola Flores, ¿qué representa Lola Flores para ti?
Lola Flores representa un referente muy importante para cualquier muchacha que quiera dedicarse a cantar de una forma sana. Es un estandarte de la libertad, de la personalidad, de la genialidad. A ser una mujer libre pese a que todo lo que te rodea sea machista. Cuando ella decía que el brillo de los ojos no se opera, eso era un alegato a la belleza natural de la mujer. Me gusta ver una mujer en el cante que haya envejecido, que haya sido ella, que no haya renunciado ni a su personalidad ni a su acento. Para mi es una esperanza enorme, me da la sensación de que si ella lo hizo, yo siendo andaluza también puedo.
Pepa Blanes
Es jefa de Cultura de la Cadena SER. Licenciada en Periodismo por la UCM y Máster en Análisis Sociocultural...