Rodrigo Rato será procesado por blanqueo, corrupción y evasión por sus negocios y patrimonio fuera de España
El magistrado pone fin a la investigación y transforma las diligencias previas en procedimiento abreviado
En el auto, se le acusa de presuntos delitos de corrupción en los negocios, blanqueo y contra la Hacienda pública
Rato introdujo en España 7 millones de euros a través de seis empresas
El magistrado de instrucción del Juzgado nº 31 de Madrid, Antonio Serrano-Artal, ha dictado auto de procesamiento contra Rodrigo Rato en la causa que investiga sus negocios y patromonio oculto en el extranjero por los delitos de evasión fiscal, corrupción en los negocios y blanqueo de capitales. La resolución pone fin a una investigación que dura ya seis años y puede ser recurrida en reforma o en apelación ante la Audiencia Provincial de Madrid.
El auto recoge las conclusiones de los sucesivos informes remitidos por la ONIF que reflejan el total de las cuotas defraudadas por Rato en los ejercicios de 2006 a 2015, por un total de 3,6 millones de euros, algunos de ellos ya prescritos. Elusiones fiscales, señala el escrito, que han consistido "en maniobras de ocultación de su patrimonio exterior (préstamos participativos y prestaciones de servicios inexistentes) entre las sociedades bajo su control, a fin de retornar a España parte de su patrimonio exterior de manera oculta para Hacienda". Y por otra parte, "a través de sociedades meramente instrumentales de servicios profesionales que el investigado prestaba de manera personal" y así evadir el IRP haciéndolo pasar por Impuesto de Sociedades.
En cuanto al detalle de las operaciones, el juez procesa al exministro por los negocios con su socio Alberto Portuondo, entre otros, con quien firmó un contrato con Kradonara para repartirse las comisiones del grupo Publicis y a quien Rodrigo Rato dijo no conocer. Durante la instrucción, el exvicepresidente de Bankia, José Manuel Fernández Norniella, señaló como investigado que se conocían hasta tal punto que en una reunión con ambos se decidió el nombre de Bankia.
Rato ya presidía Cajamadrid y ante el proceso de fusión con otras seis cajas de ahorro se convocó un concurso para la contratación de una agencia de publicidad y otra de medios para cubrir la operación. Según la instrucción, en junio de 2011 se firmó un contrato con una empresa pantalla de Portuondo y la sociedad Kradonara 2001, proiedad de rato a través de la mercantil Vivaway, controlada por Miguel Ángel Montero, administrada por Servitax, controlada por el empresario Domingo Plaza. El pago por un negocio hotelero fallido entre Plaza y Rato y un entramado para facturar 40.000 euros mensuales.
Las facturas por estos negocios no se correspondían con una copntraprestación real de los servicios de consultoría sino que eran el conducto para dar cobertura legal a las transferencias que ingresaría Rato, en parte comisiones obtenidas por Albisa, firma de Portuondo, de Zenith y Publicis en razón de contratos de publicidad a través de contratos con Bankia bajo la presidencia de Rato. Por estos negocios, el juez da por probado el cobro de una comisión de 800.000 euros por los contratos a las agencias de publicidad Zenith y Publicis en 2011 y 2012.
Comisiones millonarias
Rato tendrá que responder por las presuntas comisiones que cobró a través de su red de sociedades, algunas creadas nada más llegar a Cajamadrid, en las que implicó y se sirvió de su secretaria, Teresa Arellano, su administrador, Miguel Ángel Montero Quevedo, o su socio Alberto Portuondo "captado" por Montero, entre otros. Y también del deito de blanqueo. Rato tenía dinero en el extranjero, según la investigacion, en su mayor parte oculto mediante la figura del prestamo participatvo. De esta manera, se hacía figurar en las cuentas de Kradonara la entrada de divisas como préstamos participativos concedidos por VIvaway. Operaciones que no figuran documentadas ni devueltas y, entre otroas, justifican las ampliaciones de capital de Kradonara en 2014 por 3,4 millones de euros.
En total, Rato tendrá que responder por la introducción en España de 7'2 milones de euros a través de seis empresas controladas por él, de los que 3,6 millones son de origen desconocido, según la policía.
Durante la instrucción, su jefa de Comunicación, Pilar Trucios, declaró como testigo que Rato le dijo por teléfono que Publicis ganaría el concurso de Bankia, como sucedió despues, y debía derivárselo al vicepresidente de la entidad, José Manuel Fernández Norniella.
El auto es recurrible en reforma y apelación y dicta el procesamiento contra 13 personas físicas y tres jurídicas. El magistrado ha dado traslado del mismo a la Fiscalía y la Abogacía del Estado para que presenten los escritos de acusación.