Un papa en Irak por primera vez en 2.000 años: "Era un deber"
El papa Francisco emprende un viaje de tres días a Irak para llevar "cercanía" a la comunidad cristiana, a pesar de la controversia generada con esa visita por los riesgos derivados de la pandemia y de los últimos ataques con misiles
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Roma
El papa Francisco ha señalado, ante los 75 periodistas que lo acompañan en su viaje a Irak, que sentía "la obligación" de visitar la "tierra martirizada" por las guerras y el terrorismo de Irak. El Papa ha clamado contra "la violencia", "los extremismos", "las facciones" y "las intolerancias" en su primer discurso en Irak, y ha instado a reconstruir el país, un mosaico de culturas que ha sido asolado durante años por la guerra y el terrorismo yihadista, desde la "discusión franca y sincera".
"Que cesen los intereses particulares, esos intereses externos que son indiferentes a la población local", ha pedido el Pontífice en el encuentro con las autoridades, la sociedad civil y el cuerpo diplomático en un salón del Palacio Presidencial de Bagdad.
Así lo han revelado en su Twitter varios de los informadores que viajaban a bordo del avión, un A330 operado por Alitalia que despegó del aeropuerto de Roma-Fiumicino a las 07:45 (hora local) y que ha llegado a Bagdad poco antes del mediodía. En el trayecto de 2.947 kilómetros, el avión ha sobrevolado Grecia, Chipre, Israel y Jordania.
Vacunados y con mascarilla
Tanto el Pontífice, la comitiva que lo acompaña, la tripulación del avión y los periodistas que viajan con él han sido vacunados contra el coronavirus, pero el uso de mascarillas sigue siendo obligatorio para todos.
De hecho, se ha visto al Papa con mascarilla al bajar la escalerilla del avión que lo ha dejado en el aeropuerto internacional de Bagdad. Su primera cita ha sido un encuentro privado con el primer ministro de Irak, Mustafa Al-Kadhimi, en la sala VIP del mismo aeropuerto. La última vez que se reunió con él fue el 25 de enero en el Vaticano.
En el mismo aeropuerto, Francisco realiza también la tradicional visita de cortesía privada al presidente de la República de Irak, Barham Salih. Al finalizar, el Papa participará en el encuentro con las autoridades, la sociedad civil y el cuerpo diplomático que se realizará en un salón del Palacio Presidencial de Bagdad y pronunciará su primer discurso.
Se trata del primer viaje del Papa desde el inicio de la pandemia de coronavirus ya que, por motivos sanitarios, el Vaticano decidió suspender todos los viajes internacionales del Pontífice. El último viaje apostólico del Santo Padre fue a Tailandia y a Japón, del 19 al 26 de noviembre de 2019.
Ha pedido que se dé voz "a los pequeños, a los pobres y a la gente sencilla"
Hace pocos días tuvo lugar otro episodio de violencia en el país cuando una docena de proyectiles impactaron en un cuartel donde residen soldados españoles, estadounidenses e iraquíes y un funcionario del ejército estadounidense falleció de un paro cardíaco.
En su alocución, el Papa ha recordado a todos los que "a causa de la violencia, de la persecución y del terrorismo han perdido familiares y seres queridos, casa y bienes esenciales". Pero también se ha referido a toda la gente "que lucha cada día buscando seguridad y medios para seguir adelante, mientras que aumenta la desocupación y la pobreza".
Igualmente, ha pedido que se dé voz "a los pequeños, a los pobres, a la gente sencilla, que quiere vivir, trabajar y rezar en paz" tras elogiar los esfuerzos que está realizando el país para tratar de poner las bases de una sociedad democrática. A este respecto, ha señalado que es fundamental que "ninguno sea considerado ciudadano de segunda clase" en un claro apoyo a las minorías étnicas y religiosas que conviven en Irak.
De hecho, ha recordado en particular a los yazidíes, "víctimas inocentes de una barbarie insensata y deshumana, perseguidos y asesinados a causa de sus creencias religiosas, cuya propia identidad y supervivencia se han puesto en peligro".
Cerca de 250.000 cristianos en Irak
Irak también contaba con una de las más antiguas comunidades de la cristiandad, que ha sufrido una reducción de mas del 80% en las últimas dos décadas. En 2003, antes de la invasión de Estados Unidos, Irak contaba con cerca de 1,5 millones de cristianos. Hoy solo quedan cerca de 250.000 y la Iglesia católica caldea es la mayoritaria.
En un análisis de la historia reciente del país, el Papa ha recordado que Irak ha sufrido los desastres de las guerras, el flagelo del terrorismo y conflictos sectarios basados a menudo "en un fundamentalismo que no puede aceptar la pacífica convivencia de varios grupos étnicos y religiosos, de ideas y culturas diversas".
"Todo esto ha traído muerte, destrucción, ruinas todavía visibles, y no sólo a nivel material: los daños son aún más profundos si se piensa en las heridas del corazón de muchas personas y comunidades, que necesitarán años para sanar", ha manifestado.
Llamada de atención a la comunidad internacional
También ha llamado la atención del papel que la comunidad internacional tiene en la promoción de la paz en esta tierra y en todo el Oriente Medio: "Como hemos visto durante el largo conflicto en la vecina nación de Siria -de cuyo inicio se cumplen en estos días ya diez años-, los desafíos interpelan cada vez más a toda la familia humana".
Para el Papa, Irak está llamado "a mostrar a todos, especialmente en Oriente Medio, que las diferencias, más que dar lugar a conflictos, deben cooperar armónicamente en la vida civil".
En este sentido, ha encomiado las labores humanitarias de las agencias también católicas que dan asistencia a los refugiados, a los desplazados internos y a quienes tienen dificultades para regresar a sus propias casas, facilitando en el país comida, agua, viviendas, atención médica y de salud, como también programas orientados a la reconciliación y a la construcción de la paz.
Así, ha instado a la comunidad internacional a no retirar su apoyo sino a seguir trabajando "con espíritu de responsabilidad común con las Autoridades locales, sin imponer intereses políticos o ideológicos". También ha insistido en la necesidad de "edificar la justicia, que crezca la honestidad y la transparencia, y que se refuercen las instituciones competentes". Para el Papa esta es la clave para hacer crecer la estabilidad y desarrollarse "una política sana, capaz de ofrecer a todos, especialmente a los jóvenes tan numerosos en este país, la esperanza de un futuro mejor".
A final del día, está previsto que el Papa se traslade a la catedral siro-católica de 'Nuestra Señora de la Salvación' en Bagdad para el encuentro con los Obispos, sacerdotes, religiosos, religiosas, seminaristas y catequistas, donde pronunciará otro discurso. En 2010, el templo cristiano sufrió un atentado terrorista en 2010 en la que perdieron la vida más de 45 personas entre ellas dos sacerdotes Thair y Wasim, a los que el Papa rendirá homenaje.