Un premio para quienes rompieron la soledad de la gente de los pueblos en la pandemia
La Asociación Afammer recibe un premio del Comité Económico y Social Europeo por su cadena de llamadas solidarias a ancianos durante el confinamiento
Dice Carmen Quintanilla que no tardaron ni dos días en darse cuenta del drama que se venía encima: la soledad de muchas mujeres y hombres mayores de los pueblos, acrecentada por el encierro en casa y la presión del miedo a la covid. Así que su asociación Afammer (Asociación de familias y mujeres del mundo rural), organizó una cadena de llamadas solidarias para paliar en algo esa soledad.
Un premio para quienes rompieron la soledad de la gente de los pueblos en la pandemia
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Y fueron miles, porque esta organización está en toda España. “Nuestras propias presidentas locales, dice Quintanilla a La SER -, que conocen a sus vecinas, se dieron cuenta de que algunas veces cuando les llamaban tenían desubicación, se notaba que el confinamiento les estaba haciendo daño mentalmente”. Cuenta que muchas personas lloraban cuando recibían esa primera llamada.
Así que ahora no le extraña todo lo que está saliendo estos días sobre el daño sufrido en la salud mental de los españoles. Habla del enorme desafío que es combatir esa soledad, que sufren entorno a dos millones de personas en este país: “Esa soledad crónica, esa soledad que te hace no comer bien, que te aísla, que te lleva a la depresión, a la tristeza”.
El Comité Económico y Social Europeo pidió a los países miembros que destacaran proyectos que hubieran contribuido de forma particular a la solidaridad durante la pandemia. Y en el caso español, fue este proyecto de Afammer -que tenía otras muchas iniciativas- el distinguido.
Su organización vincula además el problema a otros dos elementos que lo agudizan: el edadismo y el olvido del mundo rural. Sólo las redes comunitarias de solidaridad, el trabajo voluntario de miles de mujeres además, permitió paliar en algo la situación. Pero su organización, que en los próximos días participará en la Comisión Jurídica y Social de la Mujer organizada por la ONU, insiste en la necesidad de otorgar el protagonismo que esas mujeres del mundo rural tienen en sacar adelante sus comunidades en situaciones críticas como la de esta crisis sanitaria, social y económica.