CaixaBank quiere despedir a 8.300 trabajadores y cerrar más de 1500 oficinas

La dirección de CaixaBank ha desvelado este martes los detalles del ajuste laboral que quiere llevar a cabo tras la absorción de Bankia, el mayor que se recuerda en el sector. La empresa ha planteado a los sindicados la salida de hasta 8.291 trabajadores y el cierre de 1.534 oficinas. Esta propuesta supone que la nueva Caixabank planea desprenderse del 18% de los aproximadamente 45.000 trabajadores de la empresa.

CaixaBank ha justificado los despidos por razones organizativas y productivas, ya que la fusión ha generado duplicidades de oficinas en muchas zonas. Y también por el contexto de baja rentabilidad bancaria con unos tipos de interés que se prevé que sigan bajos durante los próximos años. Además, la digitalización ha reducido mucho la afluencia de clientes a las oficinas, ha argumentado la dirección ante los sindicatos. De hecho, la idea de CaixaBank es cerrar 1.534 oficinas, un 27% de su actual red comercial.

Afectaría a 5.742 empleados de las sucursales

Los empleados de las oficinas serán los que asumirán la mayor parte de la reducción de plantilla. Los números presentados en la reunión de este martes prevén la salida de 5.742 trabajadores de las sucursales, mientras que los servicios centrales reducirán en 1.611 su plantilla, los territoriales otros 250 y el resto de los despidos afectarán a las empresas filiales. Por territorios, la dirección plantea reducir 1.511 empleos en Madrid , 1051 en Andalucía, 942 en la Comunitat Valenciana y otros 754 en Cataluña.

Caixabank intentará que las salidas sean voluntarias y de hecho ha planteado a los sindicatos en la reunión de hoy una oferta de bajas incentivadas para toda la plantilla. Con incentivos para que los mayores de 58 años no pierdan pensión en caso de salir del banco y con compensaciones para el resto de trabajadores que pueden llegar a ser del equivalente al sueldo de 18 meses. La compañía asegura en un comunicado que "el porcentaje de personas trabajadoras mayores de 50 años que se adscriban voluntariamente al plan de bajas no podrá superar el 50% del total de salidas".

El consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar, adelantó hace un par de semanas que el calendario de la compañía pasa por acordar con los sindicatos estos ajustes antes del verano. Y que la voluntad de CaixaBank es acometerlo mediante medidas no traumáticas. De hecho, van a proponer un plan de recolocación a los trabajadores afectados.

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El Gobierno "lamenta" el ERE

La reacción del Gobierno, segundo mayor accionista de Caixabank a través del FROB, ha llegado en el Consejo de Ministros. La ministra portavoz, María Jesús Montero, ha asegurado que el Gobierno "lamenta" que la empresa vaya a "emprender un ERE": "Es una mala noticia. Se trata de un expediente importante pero podría haber sido mayor. Trabajaremos por minimizar esta cifra". 

Los sindicatos creen que es "una barbaridad"

José María Martínez, secretario general de la federación de servicios de CCOO que engloba al sector bancario, ha señalado en Hora 14 que "reducir casi al 20% la plantilla es algo que no es sostenible". Considera que, aunque todavía se está negociando, este planteamiento inicial "es una barbaridad" y recuerda que el sector está lastrado por tres problemas: la crisis del 2008, los precios (los tipos de interés) y la digitalización.

Martínez asegura que los incentivos que se han puesto encima de la mesa para que los trabajadores se acojan de forma voluntaria "son insuficientes" y desde los sindicatos no van a "consentir que las salidas sean forzadas". Por último, piden al Estado "que se ponga al servicio de los españoles".