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El calor veraniego despedirá el estado de alarma

"Hablamos de un sábado con temperaturas más propias de comienzos del verano, en general, y de un lunes con valores más típicos de finales del invierno"

El domingo llegará un “brusco cambio de tiempo” con un frente frío bastante activo asociado a la profunda borrasca atlántica. / Brook Mitchell Getty Images

Madrid

El tiempo de los próximos días ofrecerá dos caras bien diferenciadas en amplias zonas de España porque el sol brillará y las temperaturas ascenderán a valores propios de principios del verano hasta este sábado, cuando decaerá el estado de alarma para frenar el coronavirus, pero una borrasca profunda cambiará el panorama a partir del domingo con lluvias generalizadas y un descenso térmico de hasta 15 grados que devolverá el ambiente de finales del invierno a muchos lugares.

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La predicción de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), recogida por Servimedia, indica que entre este sábado y el próximo lunes habrá una caída de 15 grados en Madrid; 14 en Toledo y Zamora; 13 en Ávila, Cáceres, Ciudad Real, Cuenca, Guadalajara, León, Salamanca y Segovia; 12 en Badajoz y Córdoba, y 11 en Sevilla.

"Hablamos de un sábado con temperaturas más propias de comienzos del verano, en general, y de un lunes con valores más típicos de finales del invierno. No obstante, hay que señalar que no es extraño que en primavera se produzcan esas oscilaciones tan grandes en las temperaturas de un día para otro o en el transcurso de los días", precisó Rubén del Campo, portavoz de la Aemet.

Entre las capitales de provincia, este segundo sábado de mayo adelantará el calor de mediados de julio en Zaragoza (33ºC), Bilbao (32) y Logroño (30); de comienzos de julio en Murcia (33); de finales de junio en Córdoba (33), Jaén (31) y Lleida (30), y de mediados de junio en Sevilla (32), Badajoz (31) y Granada y Toledo (30). 

Por el contrario, el lunes volverá el frío o el ambiente suave de finales de febrero a Segovia (11), Guadalajara (13), Madrid (14) y Toledo (16); de comienzos de marzo a Ávila y León (12), Cuenca y Zamora (14), Cáceres y Ciudad Real (16), Ourense (17) y Badajoz (19), y de mediados de marzo a Salamanca (14) y Córdoba y Sevilla (21).

Borrasca sin nombre, de momento 

Por otro lado, la situación denominada ‘pantano barométrico’ -es decir, cuando la presión atmosférica es muy similar en la mayor parte de España- continuará en los próximos días, aunque entre el jueves y el viernes se formará una borrasca en aguas del Atlántico cuya profundización probablemente sea rápida y se irá desplazando hacia Irlanda a lo largo del fin de semana. 

Podemos hablar de una ciclogénesis explosiva, algo que ocurrirá, de todas formas, lejos de la Península Ibérica”, comentó Del Campo. Una ciclogénesis explosiva es un proceso por el cual una borrasca se profundiza -es decir, se intensifica de manera muy rápida- y suele dar lugar a borrascas con diferencia de presión entre su centro y su parte exterior, lo que puede generar vientos muy fuertes y temporal marítimo. Lo que suele afectar a la población es la borrasca intensificada por un proceso de ciclogénesis explosiva, no la ciclogénesis explosiva en sí. “Podríamos asimilar estos conceptos con el proceso de cocinar un plato: la ciclogénesis sería el proceso de cocinar y la borrasca, el plato que hemos preparado", aclaró Del Campo.

La borrasca profunda no afectará de lleno a la Península Ibérica, pero sí se notarán sus efectos. “Primero, el sábado porque impulsará vientos del sur y hará que suban las temperaturas especialmente en la mitad norte y, sobre todo, a orillas del Cantábrico, donde ese día se superarán los 30 grados y se disparará el riesgo de incendios. Ya el domingo, un frente asociado a la borrasca provocará un marcado cambio del tiempo, con lluvias en amplias zonas y un notable descenso de las temperaturas”, recalcó Del Campo.

El portavoz de la Aemet aclaró que aún es “pronto” para saber si esa borrasca se designará con el nombre de Mathieu. “Para ello, es necesario que dé lugar a la activación de avisos naranjas por rachas intensas de viento en amplias zonas y todavía no se puede concretar si esto finalmente ocurrirá, aunque a día de hoy la verdad es que es poco probable”, apostilló.

Para el jueves y viernes

Con la situación de ‘pantano barométrico’, el sol brillará el jueves y el viernes en la mayor parte de España, aunque el paso de sistemas frontales poco activos por el extremo norte peninsular dejará por allí nubes y algunas precipitaciones, que serán débiles y dispersas, y caerán sobre todo en Galicia, las comunidades cantábricas y el entorno de los Pirineos; en el Pirineo catalán podría aparecer el viernes algún chubasco intenso y acompañado de tormenta.

En cuanto a las temperaturas, este jueves se superarán los 30 grados en Córdoba, Sevilla y Zaragoza y el viernes se rebasará ese valor en los valles del Guadalquivir y el Guadiana, y el interior de la Comunidad Valenciana y Murcia.

Este sábado

El sábado continuarán los cielos poco nubosos en casi toda España, aunque por la tarde podría producirse alguna tormenta en el entorno de los Pirineos y a últimas horas aparecería la lluvia por el oeste de Galicia. Lo más destacado será el ascenso térmico en el tercio norte peninsular, que podría ser extraordinario en el interior del País Vasco -es decir, una subida de más de 10 grados respecto al viernes-. “¿La causa? Los vientos del sur impulsados por la profunda borrasca atlántica, que llegan recalentados y secos a esa zona tras atravesar toda la península, y aún se calientan más al descender las montañas que cierran la meseta por el norte”, explicó Del Campo.

Así pues, habrá más de 30 grados y rachas fuertes de vientos del sur en zonas del interior del País Vasco, lo cual disparará el riesgo de incendios. También se llegará a los 30 grados en el valle del Ebro y a 32 grados en los valles del Guadiana y del Guadalquivir. “En general, las máximas estarán por encima de los 25 grados en buena parte del resto de la península”, resumió Del Campo.

Próximo domingo

El domingo llegará un “brusco cambio de tiempo”, según Del Campo, pues llegará a la península un frente frío bastante activo asociado a la profunda borrasca atlántica y cuyo centro se situará ese día cerca de las costas occidentales de Irlanda. Ese frente frío dará lugar a su paso a lluvias y chubascos generales en la mitad oeste de la península, que podrán ser fuertes, persistentes y estar acompañados de tormentas en Galicia, el extremo occidental de Castilla y León, y el norte de Extremadura.

Las precipitaciones se irán extendiendo a lo largo del día hacia el este y también podrían ser fuertes e ir acompañadas de tormenta en los entornos de los Pirineos y del Sistema Ibérico. Los chubascos serán menos probables -o débiles, si se producen- en el litoral mediterráneo y el valle del Ebro.

La posición de la borrasca, cuyo centro estará sobre Irlanda, hará que los vientos soplen del oeste y suroeste, con rachas fuertes en buena parte de la península y rachas que podrían ser muy fuertes superiores a los 70 u 80 km/h en puntos altos y litorales de la mitad norte.

Tras el paso del frente llegará aire más frío hasta la península, lo que dará lugar a un notable y general descenso de las temperaturas, especialmente en la mitad occidental. El descenso podría ser extraordinario en zonas de Castilla y León y de Extremadura. Baleares se librará del frente frío porque verá subir las temperaturas y no recibirá lluvias.

A partir del lunes

El lunes de la próxima semana continuará el ambiente inestable mediante lluvias y chubascos tormentosos de nuevo que pueden afectar a buena parte de la península, con menor probabilidad en el sureste. Los chaparrones podrían llegar a Baleares y serán más intensos en el norte de Aragón y de Cataluña, aunque no se descartan en otros puntos del tercio norte y entorno del Sistema Central y del Sistema ibérico.

Ese día continuará el descenso térmico, sobre todo en el centro y el interior oriental de la península, donde la bajada será notable. En cambio, las temperaturas subirán algo a orillas del Mediterráneo. El martes seguirá el ambiente inestable, sobre todo en el extremo norte peninsular, donde se esperan precipitaciones intensas, sobre todo en los Pirineos. Las temperaturas apenas cambiarán, con lo que se mantendrá el ambiente fresco. A partir del miércoles es probable que el tiempo vuelva a estabilizarse de nuevo, con menos lluvias y temperaturas cada vez más altas.

Por último, Canarias tendrá régimen de vientos alisios en los próximos días, que en algunos momentos pueden ser fuertes, y nubes en Lanzarote, Fuerteventura y el norte de las islas más montañosas, donde, además, podría aparecer alguna llovizna. Las temperaturas permanecerán sin grandes cambios.

 
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