"Estaba obsesionado": Valverde recuerda el día que se fue al colegio... sin sus hijos
El hombre que fue técnico de Athletic, Espanyol y Barcelona recuerda la presión que viven los entrenadores y nos explica su pasión por la fotografía
"El fútbol es muy absorbente", ha confesado en 'Hoy por Hoy' el entrenador de fútbol Ernesto Valverde, que ha pasado por los micrófonos de la SER para explicar su pasión por la fotografía, una actividad que no siempre le ha permitido llevar a cabo el fútbol y a la que ahora puede dar rienda suelta. Su próxima exposición titulada 'Al otro lado' y el libro 'Frontera', que está en ciernes, dan buena muestr de ello.
Valverde, que ha pasado por el banquillo de equipos como el Athletic, el Espanyol, el Olympiacos y el FC Barcelona, ha puesto un ejemplo revelador de lo muy absorbente que puede ser su profesión. "Yo estaba obsesionado con algo del equipo, un lateral o un extremo izquierdo. Estaba en el Athletic. En casa le estás dando vueltas a estas cosas. Tenía que llevar a los niños al colegio... y me los dejé en casa", ha relatado. El técnico se dio cuenta cuando paró en un semáforo y tuvo que volver a casa a por los niños.
Ernesto Valverde: "Siempre voy con una cámara pequeña para hacer fotos lo más raras posibles"
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Txingurri, como se le conoce desde que Javier Clemente le pusiera ese apodo cuando era su entrenador en el Athletic Club, también ha reflexionado sobre cómo se vive la presión de cada partido desde el banquillo. "Haces un ejercicio de abstracción. Se escucha la multitud, gente que habla... Pero siempre hay un momento en que todos se callan y habla uno que tiene el don de la oportunidad y se va a meter contigo", dice en tono de broma.
Valverde recuerda especialmente a un espectador que se encontró en el estadio de La Romareda cuando tuvo que enfrentarse al Zaragoza con distintos equipos. "Fui una vez con el Athletic B, se ponía detrás del banquillo y me decía 'enano, ponte de pie'... Al año siguiente con el primer equipo escucho lo mismo. Voy con el Espanyol y sigue ahí...", relata el técnico subrayando de forma cordial que estuvo a punto de llamar al presidente del Zaragoza para que le ofreciera otra localidad.