Gitanos, magrebíes y negros sufren contorles policiales 'raciales' muy por encima de la media en toda Europa
Un informe de la Agencia de Derechos Fundamentales recuerda a los estados europeos de la ilegalidad de estos controles
Para la mayoría de los ciudadanos de la Unión, la idea de un control policial se corresponde normalmente con una parada por parte de las fuerzas de seguridad en un control de carretera. Pero si usted pertenece a una minoría por su color de piel, o por cualquier otro elemento de su aspecto que llame la atención, seguramente estará pensando en la policía parándole en plena calle para que se identifique.
Gitanos, magrebíes y negros sufren contorles policiales ‘raciales’ muy por encima de la media en toda Europa
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La Agencia europea de Derechos Fundamentales (FRA) pone los números que demuestran que esa percepción es completamente cierta. La agencia, que se encarga de aportar análisis sobre el cumplimiento de los derechos establecidos en la carta de la Unión, encuentra que grosso modo, a nivel europeo, las minorías tienen un 34% de posibilidades de que la policía les pare para pedir sus papeles. Mientras que la generalidad de los ciudadanos -para hablar claramente, aquellos cuyo aspecto se corresponde al asumido como ‘normal’ por las fuerzas de seguridad, sus posibilidades son de un 14%.
Pero hay países donde es escandalosa la diferencia: por ejemplo en Austria casi el 50% de los negros han sido identificados por la policía. En Holanda casi el 30% de los gitanos, mientras que el resto de la población lo ha sufrido una de cada diez veces. De hecho los gitanos, o roma, son el grupo que más sufre esta clara discriminación policial en la Unión, seguidos de negros y magrebíes.
Mientras que si preguntamos de forma genérica el 80% de la población dice haber sido tratada con corrección por la policía en los controles, si preguntamos a alguien de una minoría, es menos de la mitad los que sienten haber recibido ese buen trato.
Según el informe presentado por la FRA, en los países en que peor se sienten tratadas las minorías por la policía cuando son parados para identificación son Portugal, Italia, Países Bajos y Suecia.
Con estos datos, la conclusión de la Agencia de Derechos Humanos es sencilla: insistir a los estados miembro en que cualquier discriminación o política de identificación basada en criterios étnicos o de aspecto es contraria a la ley y a los derechos de los europeos.