El FMI respalda un impuesto a las viviendas vacías y rechaza el control de precios del alquiler
Un documento propone utilizar los fondos europeos Next Generation para aumentar la construcción de viviendas sociales
Madrid
El Fondo Monetario Internacional reconoce en un documento que alquilar una vivienda es cada vez más difícil en Europa. Y apuesta por una ampliación de la oferta de viviendas públicas en alquiler y mecanismos fiscales como la imposición de tasas a los pisos vacíos como herramientas para reducir las desigualdades en el acceso a la vivienda que detecta que se están incrementando en los últimos años.
La apuesta debe ser, según el documento, incrementar la oferta de vivienda en alquiler. Y para conseguirlo, además de crear más oferta pública, "los gobiernos podrían ajustar los incentivos fiscales, penalizando las viviendas vacías", dice el documento, aunque también reconoce que esta medida no siempre termina beneficiando a las familias con menos ingresos.
Mecanismos ineficaces
En cambio, el documento concluye que los controles de precio del alquiler ya sea imponiendo un precio máximo o limitando las subidas anuales no se han demostrado eficaces: "No hay evidencias claras de que los controles de rentas hayan reducido las rentas, más bien parecen estar asociados con una menor oferta de viviendas", dice el texto.
En todo caso, los autores del documento sostienen que los fondos europeos Next Generation son una oportunidad de invertir en vivienda social para reducir los problemas del mercado, a la vez que crean empleo que puede ayudar a una mejor distribución de las rentas.
La vivienda sobrecarga al 60% de los más pobres
El documento constata que el pago del alquiler es un problema cada vez mayor para las familias en algunos países europeos como España. De media, una familia destina un 27% de sus ingresos a pagar a los alquiladores, pero casi un 60% de los hogares que ingresan menos (último quintil de rentas) gastan más de un 40% de lo poco que ingresan a pagar el alquiler. Y esta situación se agrava entre los jóvenes y entre los que viven en ciudades.
El Fondo asegura que en los últimos años los costes de alquilar una vivienda son superiores a los de comprarla, debido a los bajos tipos de interés: un inquilino medio gasta en vivienda entre 1 y 1,5 veces más de lo gasta alguien que vive en una casa de su propiedad, medido en porcentaje sobre sus ingresos.
Encarecimiento del alquiler
A esta situación se suma el constante encarecimiento del alquiler, especialmente en las ciudades. Entre 2013 y 2018 el coste del alquiler creció un 7% de media, según el documento, pero en algunas ciudades el encarecimiento superó el 30%
Los autores del texto reconocen que, aunque no hay datos disponibles, la pandemia agravará esta situación ya que "muchos de los que alquilan son particularmente vulnerables a la crisis del COVID-19 porque trabajan en sectores con mayor interacción y suelen tener menos acceso al teletrabajo".
Jordi Fàbrega
Periodista en la Cadena Ser desde 2003. Primero en Barcelona y desde hace más de una década en Madrid...