Veinte años de cárcel por asesinar a su pareja y lanzar su cadáver a un pantano en Córdoba
El Tribunal Supremo confirma la condena que los tribunales madrileños impusieron a este asesino machista por acabar con la vida de su pareja en 2018 en Arganda del Rey
Escondió su cadáver durante más de una semana en un pantano de la localidad cordobesa de Montoro
Madrid
El Tribunal Supremo ha confirmado una condena de veinte años de cárcel a un hombre que en octubre de 2018 asesinó a su pareja en la localidad madrileña de Arganda del Rey y después ocultó su cadáver durante más de una semana en un pantano de la localidad cordobesa de Montoro hasta que fue encontrado por los investigadores. Los jueces rechazan su recurso y hablan de una "doble maldad intrínseca" del asesino machista al acabar con su vida y ocultar el cuerpo.
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Los hechos, según explica la sentencia a la que ha tenido acceso la Cadena SER, ocurrieron en Arganda del Rey el 11 de octubre de 2018. El acusado atacó a su mujer por la espalda con un martillo, dándole un fuerte golpe en la cabeza y después acabando con su vida asfixiando a la víctima con una bolsa de basura. Después llevó el cuerpo hasta el pantano de 'el arenoso' en un paraje conocido como 'la loma del barco' de la localidad cordobesa de Montoro, donde había nacido, a más de 350 kilómetros del lugar del crimen.
El acusado mantuvo su silencio durante nueve días mientras la familia de María José, que tenía entonces 67 años, pedía ayuda a través de la asociación SOS Desaparecidos pidiendo la colaboración ciudadana. El asesino no se entregó a la Guardia Civil y confesó el crimen hasta que el cuerpo fue encontrado en el pantano de su localidad natal en Córdoba, aunque a lo largo de la instrucción fue cambiando de versión hasta asegurar que fue asesinada por misteriosos asaltantes o que él se limitó a defenderse de un ataque con un cuchillo de ella.
En un primer momento la Audiencia de Madrid le impuso 22 años y medio de cárcel pero ahora el Supremo ha confirmado los 20 años y un día de cárcel que le impuso el Tribunal Superior en segunda instancia: una condena por un delito de asesinato con alevosía y también aplicando la agravante de parentesco.
"Doble maldad intrínseca"
El Tribunal Supremo, con el magistrado Vicente Magro como ponente, avala la condena que le impuso el TSJ de Madrid rechazando todos los motivos de su recurso: alegaba entre otras cosas la falta de pruebas, errores en el dictamen del juzgado popular que estudió el caso y, una vez más, que actuó para defenderse de un ataque de su esposa que tenía problemas con el alcohol o que fueron atacados por misteriosos asaltantes. Para los jueces existió "una doble "maldad intrínseca" tanto en la conducta desplegada para ejecutar el crimen, como en los actos posteriores llevados a cabo para tratar de ocultar el descubrimiento del cuerpo".
Para los jueces el modus operandi descrito en los hechos probados "evidencia la concurrencia del ánimo de matar, y no solo éste, sino también la forma alevosa en que perpetró el crimen" llegando a hablar de "una ejecución cruel y tendente al aseguramiento de la muerte de una manera despiadada y sin posibilidad alguna de defensa por parte de la víctima". Rechazan también que pueda beneficiarse de su primera confesión ya que "cambia esa confesión al desdecirse posteriormente no haciéndose, con ello, merecedor del beneficio penológico que postula".