Comienza la histórica reunión entre Vladímir Putin y Joe Biden para limar asperezas
"Espero que nuestro encuentro sea productivo", dice Putin a Biden
"Como siempre he dicho afuera, es mejor verse cara a cara", asegura Biden a Putin
Histórico encuentro entre Joe Biden y Vladimir Putin en Suiza. / ATLAS
Ginebra
Comienza la histórica reunión entre Vladímir Putin y Joe Biden para limar asperezas. La última vez que ambos se vieron fue en 2011 en Moscú cuando Biden era vicepresidente de Barack Obama y Putin primer ministro. Ha pasado una década desde entonces y las relaciones entre EEUU y Rusia se encuentran en su punto más bajo en décadas, quizás desde la Guerra Fría como algunos altos cargos del Kremlin han asegurado. La cita, que ha comenzado poco después de la 13:00 hora local (11.00 GMT) en la Villa La Grange, Ginebra, está diseñada para que dure entre cuatro y cinco horas, según el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
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En el encuentro, el presidente ruso Vladímir Putin, expresó a su homólogo estadounidense su deseo de que su primera cumbre sea productiva. "Se han acumulado muchas cuestiones en las relaciones ruso-estadounidenses. Espero que nuestro encuentro sea productivo", dijo el líder ruso al inicio de la cumbre en la Villa La Grange. "Señor presidente, quisiera agradecerle su iniciativa de celebrar esta reunión", añadió el líder ruso, sentado en una de las bibliotecas de la mansión junto a Biden y sus respectivos ministros de Exteriores.
Por su parte, Joe Biden, le dijo a su homólogo ruso que es mejor verse cara a cara. "Como siempre he dicho afuera, es mejor verse cara a cara", señaló el estadounidense al ruso, tras darle las gracias después de que Putin dijera que espera que la reunión de hoy sea "productiva". Ambos mandatarios hablaron delante de los periodistas al comienzo del encuentro, antes de que los reporteros fueran sacados de la sala.
Recibidos por el presidente de Suiza
El presidente de turno de la Confederación Suiza, Guy Parmelin, ha recibido en la primero a Putin y pocos minutos después a Biden, tras lo cual ambos han posado para una foto conjunta, según el asesor para Asuntos Internacionales del Kremlin, Yuri Ushakov.
Tras unas palabras de bienvenida del presidente suizo, los presidentes de Rusia y de Estados Unidos se retiran a una sala de la mansión para comenzar las negociaciones, primero en formato reducido y después ampliado tras un breve receso.
De momento se desconoce si Putin y Biden mantendrán un encuentro a solas. En anteriores ocasiones, incluido durante la Presidencia de Obama, hubo un cara a cara, al igual que en 2018 en Helsinki cuando el mandatario ruso se reunió con Donald Trump. "Todo dependerá de cómo evolucionan las conversaciones" en la cumbre y del deseo de los dos líderes de abordar de "tú a tú" algunos problemas durante su estancia en Ginebra, dijo Ushakov.
Tampoco está claro aún si habrá una declaración conjunta ruso-estadounidense al término de la cumbre, sobre cuyos resultados informarán los dos presidentes por separado.
Una agenda llena de desacuerdos
Durante la cumbre, propuesta por Biden en abril pasado durante una llamada telefónica con Putin, los dos líderes abordarán prácticamente todos los temas que preocupan tanto a Moscú como a Washington. En la agenda figuran el estado actual y las perspectivas de las relaciones bilaterales, la estabilidad estratégica, los temas de seguridad informática y la lucha contra la ciberdelincuencia.
Además tratarán temas de la cooperación económica, el clima, el Ártico y la lucha contra el coronavirus. Asimismo Putin y Biden evaluarán la situación en Oriente Medio, Siria, Libia, Afganistán, la península coreana, así como el programa nuclear iraní. También prestarán atención a los conflictos en Nagorno Karabaj y Ucrania y la crisis en Bielorrusia.
El presidente estadounidense quiere además hablar con Putin de los derechos humanos y la persecución de la oposición rusa, entre ellos el encarcelado Alexéi Navalni.
En la ciudad suiza ha aparecido de hecho un grafiti de Navalni, actualmente en prisión por un antiguo caso penal, similar a uno que hubo recientemente en San Petersburgo y que duró apenas unas horas. En él se ve al líder opositor ruso sonriendo y formando un corazón con sus dedos. A su derecha está escrito "El héroe de nuestro tiempo".
Bajas expectativas
Los dos mandatarios llegan con las expectativas bajas a la cumbre, pero también conscientes de que las dos mayores potencias nucleares deben entenderse en aspectos clave como la seguridad internacional, el clima o la lucha contra la ciberdelincuencia.
El mandatario ruso puso el año pasado sobre la mesa dos propuestas sobre las que aún espera una respuesta por parte de EEUU: la introducción de una moratoria al despliegue de misiles de corto y medio alcance en Europa y la reanudación de la cooperación en el campo de la seguridad de la información internacional.
El Kremlin ha avanzado como posible resultado de la cita el retorno de los embajadores de EEUU y de Rusia a sus respectivos destinos y la eliminación de obstáculos al trabajo de sus respectivas legaciones.