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Francia

Derrota con claridad de Marine Le Pen en las elecciones regionales de Francia, según las estimaciones

La derecha clásica frustra los intentos de avances del Reagrupamiento Nacional (RN), en una jornada en la que se ha llegado a un récord de abstención

Marine Le Pen, líder de Agrupación Nacional, en un acto de campaña de las elecciones regionales en Francia / JEREMIAS GONZALEZ / ZUMA PRESS / JEREMIAS GONZALEZ / ZUMA PRESS /

París

Los franceses han votado este domingo en la primera vuelta de las elecciones regionales, que pueden tener implicaciones en las presidenciales del año próximo. Unos 48 millones de ciudadanos han sido convocados a las urnas para renovar las asambleas regionales y departamentales en 13 regiones de la Francia metropolitana y cinco territorios de ultramar. Los sondeos apuntaban a que la ultraderechista Agrupación Nacional (RN) de Marine Le Pen podría ser la formación más votada en seis regiones en esta primera vuelta, pero finalmente la derecha clásica francesa derrota con claridad a la extrema derecha, según las primeras estimaciones. De esta manera, Los Republicanos (LR) darían la sorpresa. El domingo 27 será la segunda vuelta.

Los partidos de izquierda franceses han logrado un 34,3 por ciento de los votos en la primera vuelta de las elecciones regionales y departamentales francesas celebradas este domingo, por delante del 29,3 por ciento de los partidos conservadores, mientras que la ultraderechista Agrupación Nacional habría conseguido un 19,1 por ciento de apoyo, según una encuesta a pie de urna de Elabe y SFR Business para BMFTV.

El bloque de izquierda incluye a La Francia Insumisa, al Partido Comunista Francés, a Europa Ecología-Los Verdes y al Partido Socialista, mientras que los conservadores están representados por Los Republicanos. Los partidos afines al presidente francés, Emmanuel Macrón, con La República en Marcha a la cabeza, sumarían un 10,9 por ciento de votos y no están presentes en todas las regiones.

Abstención récord en las elecciones francesas

La votación de la primera vuelta de las elecciones regionales y departamentales francesas ya ha finalizado con una abstención récord superior al 66 %, según las estimaciones de varios sondeos. La abstención habría alcanzado el 66,1 %, según una encuesta de Ipsos para France Televisions, y sería aún mayor, del 67,5 % según la proyección del canal BFM TV. Esta participación de en torno al 33 % es muy inferior al 49,91 % de la primera vuelta de las regionales de 2015 y al 45 % de las municipales del año pasado. En cualquier caso, la ganadora de estos comicios es sin duda la abstención, con un 67,2 por ciento, según este estudio, una cifra récord y superior en 17 puntos a los comicios equivalentes de hace seis años.

"Esta es una nueva expresión de una crisis democrática de la que se habla a menudo", ha opinado el director de Política de BFMTV, Philippe Corbé, que alerta de las repercusiones de las elecciones presidenciales de 2022. "Estamos ante un hundimiento de la participación democrática. Estamos a menos de un año de las elecciones presidenciales. En estas elecciones tenemos varias personalidades que podrían figurar allí, intentos de alianzas o acercamientos que pesarán este año. Es una alerta democrática que deben tomar en cuenta todas las partes", ha añadido.

Las siete claves de las elecciones regionales en Francia

1. Antesala de las presidenciales de 2022. A pesar de que las regiones francesas tienen más poderes tras las reformas de la últimas décadas, estas elecciones se miran bajo el prisma de las presidenciales de 2022. El presidente, Emmanuel Macron, encabeza un partido muy joven (LREM) con poca implantación territorial, por lo que el Gobierno ha apostado fuerte y trece ministros y secretarios de Estado figuran en alguna candidatura.

2. Un sistema electoral peculiar. Las regionales son a dos vueltas. Si una candidatura logra el 50 % de los votos en la primera, es la ganadora. Si nadie lo consigue, a la segunda pueden concurrir las que obtengan al menos un 10 % de los votos en la primera. Por ello, en la segunda ronda pueda haber tres, cuatro o incluso cinco candidaturas, y ahí gana la lista más votada por mayoría simple. Y eso también supone que la ultraderecha pueda gobernar si en alguna región obtiene más votos aunque esté lejos de la mayoría.

3. El ascenso de la ultraderecha. La ultraderechista Agrupación Nacional (RN), de Marine Le Pen, ha avanzado progresivamente en los últimos años. La rivalidad interna entre los partidos que componen los bloques de derecha e izquierda puede impedir que esta vez se formen "frentes republicanos" para frenar a la ultraderecha, lo que podría llevar al RN a conseguir por primera vez algún gobierno regional.

4. La división de la derecha. El partido de derecha conservadora, Los Republicanos, teme que Macron y su formación liberal le fagotice igual que ha hecho con algunas personalidades procedentes del Partido Socialista, ahora muy debilitado. Por ello, el LR ha reaccionado con furia a la candidatura conjunta que integra a miembros de su partido con figuras de la formación de Macron (LREM) en la región Provence-Alpes-Cote d'Azur. Varios líderes regionales del LR han avanzado que no renunciarán a sus candidaturas propias en la segunda vuelta, incluso si ello ayuda a la ultraderecha, a fin de no perder la primacía en la derecha tradicional.

5. Izquierda débil y dividida. Con el Partido Socialista debilitado y sin un liderazgo fuerte, la formación de izquierda populista Francia Insumisa (LFI) y Los Verdes buscan el liderazgo de la izquierda a nivel nacional de cara a 2022. Esta lucha por la primacía del bloque complica también la formación de alianzas y hace más difícil realizar sacrificios (como renunciar a participar en la segunda vuelta para intentar frenar a la ultraderecha).

6. Primera elección tras la pandemia. Esta es la primera elección tras los confinamientos de los últimos quince meses. En las municipales de hace un año, todavía bajo la resaca del primer confinamiento, hubo una abstención récord y solo votó el 45 % del censo. Además, esta elección permitirá ver cómo los franceses juzgan la acción de su Gobierno, tanto en materia sanitaria -con tres confinamientos que han afectado mucho a la población- como en el fuerte apoyo económico a las empresas y trabajadores afectados, que ha disparado el déficit y la deuda del Estado pero que en algunos sectores se sigue considerando insuficiente.

7. Crispación. El tono político se ha enrarecido mucho en las últimas semanas. Tras la bofetada que recibió Macron de parte de un monárquico de extrema derecha, el líder de LFI, Jean-Luc Mélenchon, fue rociado con harina durante un acto electoral. En otras ocasiones, los candidatos han sido increpados e insultados por ciudadanos e incluso por políticos de partidos opuestos. El año pasado se registraron en Francia 1.300 agresiones a cargos públicos, tres veces más que en 2019. Y en los últimos dos meses una revista ultraconservadora ha publicado dos tribunas de militares retirados y en activo advirtiendo de que Francia está en riesgo de descomposición y afronta el riesgo de una guerra civil.

 
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