Los planes de recuperación disparan la carrera del hidrógeno

En el documento de presentación sobre los planes de recuperación de España, el gobierno aspira a convertir a este país en un referente mundial en el hidrógeno. Y lo considera elemento clave en la estrategia de descarbonización: es decir, la eliminación de fuentes de energía fósiles, para reducir el cambio climático.

España va a destinar, según estos planes, más de 1.500 millones de euros al desarrollo del hidrógeno. Teniendo en cuenta que esto es sólo en ayudas, la inversión será mayor incorporando la inversión privada.

El parlamento europeo respalda esta estrategia de recurrir al hidrógeno. Pero en el texto adoptado el pasado abril, también llama la atención sobre el aspecto más polémico del uso del hidrógeno. Los eurodiputados alertan contra el "enfoque en colores" para la utilización del hidrógeno. ¿Qué quiere decir ese enfoque 'en colores'? El hidrógeno en sí mismo no es una fuente de energía, sino un vector energético. Utilizando otra fuente de energía, se obtiene hidrógeno, que luego es empleado para generar energía. Su ventaja es que, a diferencia de la electricidad, es fácilmente almacenable, lo que permite utilizarlo como escalón intermedio en industrias que requieren gran consumo energético, o en el transporte.

Pero la obtención del hidrógeno requiere consumir otra energía. Y en función de cuál sea esa energía, el sector ha creado una clasificación por colores. Por ejemplo el 'hidrógeno rosa' es aquel que utiliza energía nuclear, mientras que el marrón o el negro recurren a energías fósiles. El hidrógeno verde es aquel producido por electrólisis (separando el H del H20, es decir del água, utilizando energías renovables).

Organizaciones como Greenpeace advierten de que si no se dejan las cosas claras, se acabará 'hidrogenizando' el sector industrial y del transporte en Europa, sin que eso signifique la descarbonización. Por eso defienden que se hable únicamente de 'hidrógeno renovable' e hidrógeno fósil', en lugar de la confusa clasificación por colores.

Gobiernos como el español no están alineados con esta postura -aunque otros de europa central menos aún-, pero al menos sí que coinciden en que los fondos europeos de los planes de recuperación sólo se puedan utilizar en proyectos que empleen energías renovables para la producción de hidrógeno.