En la audiencia de este miércoles del Papa Francisco en el patio de San Dámaso del Vaticano, algo que repite cada semana, ha aparecido un personaje inesperado y muy especial, el mismísimo Spiderman. El superhéroe ha esperado paciente en la sección VIP junto al resto de asistentes a la bendición del pontífice y luego ha ido a saludarlo. Allí se han dado la mano y el Papa, sonriente, ha aceptado un regalo consistente en una de sus máscaras. Detrás del disfraz se conoce la identidad, y no es Peter Parker. Es italiano y muy conocido por los medios del país. Su nombre es Mattia Villardita, un joven de 27 años del norte de Italia, y usa el traje de Spiderman para animar a los niños enfermos en los hospitales, una labor que ya ha sido premiada por el propio presidente italiano recientemente. Villardita es fundador de Supereroincorsia (Superhéroes en la sala, en español), una asociación de voluntarios que se dedican a disfrazarse de personajes famosos del mundo de los cómics para visitar a niños que estén ingresados en hospitales, como recoge el portal de noticias «Vatican News». Comenzó hace cuatro años, motivado por la enfermedad que él mismo sufrió de pequeño y la ilusión de que alguien hubiera hecho con él lo mismo. Posee la Orden al Mérito de la República Italiana, recibida del presidente Mattarella por su «altruismo y las iniciativas imaginativas con las que contribuye a paliar el sufrimiento de los pacientes más jóvenes del hospital». Debido al estallido de la pandemia, el Vaticano interrumpió las audiencias generales del Papa Francisco, pero el pasado 12 de mayo regresaron, dentro del interior del palacio apostólico en lugar de la plaza de San Pedro, con un menor aforo de participantes. Villardita, en cambio, no interrumpió su labor, y siguió haciendo visitas a los niños pero mediante videollamada. Ha acudido también esta tarde, por iniciativa de la Inspección de Seguridad Pública del Vaticano, a la planta de pediatría del Policlínico Agostino Gemelli de Roma con la banda musical de la Policía de Estado italiana.