Israel vuelve a imponer el uso de mascarillas en interiores tras el aumento de casos de la variante Delta
Desde el pasado fin de semana ya era obligatorio en dos zonas donde se habían detectado brotes
Tel Aviv
Israel vuelve a obligar a sus ciudadanos a usar mascarillas en interiores tan solo 10 días después de permitirles deshacerse de ellas. El aumento de contagios en el país por la variante Delta, altamente contagiosa, ha hecho que el gobierno tome la decisión de dar un paso atrás.
El requisito de la mascarilla había sido uno de los pocos obstáculos sociales que quedaban, ya que la campaña de vacunación fue muy rápida en Israel y pronto bajaron el número de casos. Pero los contagios se han cuadruplicado esta semana debido a brotes atribuidos a la variante Delta en dos escuelas, lo que llevó a los funcionarios a endurecer algunas restricciones nuevamente en esas dos zonas del país e instar a los padres a vacunar a los niños de entre 12 y 15 años.
Sanidad ha registrado un total de 227 nuevas infecciones en 24 horas, tras una semana marcada por un significativo incremento por encima del centenar que ha elevado el ratio de positividad del 0,1 % al 0,6 %. Ante este incremento, el Ministerio de Salud ha vuelto a imponer el uso de mascarillas en interiores, excepto el hogar, y recomienda también ponerlas en grandes reuniones al aire libre, como las celebraciones del orgullo gay que tendrán lugar en Israel este fin de semana.
Alrededor del 55% de la población de 9,3 millones de Israel ha recibido ambas dosis de la vacuna Pfizer-BioNTech. Los jóvenes de 12 a 15 años también empezaron a vacunarse el mes pasado, pero la aceptación en ese grupo de edad ha sido baja. En abril, el coordinador de respuesta a la pandemia de Israel, Nachman Ash, dijo que Israel podría lograr la 'inmunidad colectiva' cuando el 75% de su población estuviera vacunada o fuera naturalmente inmune después de haber contraído COVID-19, pero el jueves, teniendo en cuenta el incremento de contagios de la variante Delta, aumentó esa cifra en "al menos el 80%". Actualmente, alrededor del 65% de la población de Israel ha sido vacunada o se ha recuperado del COVID-19, según datos del Ministerio de Salud.
Aún con una baja cifra de contagios, la creciente tasa de morbilidad preocupa a las autoridades israelíes que han reforzado la vigilancia de cuarentenas de quienes regresan del exterior sin vacunar, así como las multas a quienes las incumplan.
El país mantiene cerradas sus fronteras exteriores a turistas desde el inicio de la pandemia en marzo de 2020, que comenzó a aliviar a finales de mayo para grupos de vacunados con autorización previa, con el fin de evitar las mutaciones que han irrumpido en la situación epidemológica del país, controlada hasta hace dos semanas.