Julieta Serrano: "He tratado siempre de tocar el cielo"
La actriz recibe este jueves el Premio Corral de Comedias del Festival de Almagro, que dedicará al director Miguel Narros y a sus amigas Berta Riaza y Alicia Hermida
Madrid
"Me sorprende, me ilusiona y me hace feliz este premio porque Almagro es la cuna del teatro", dice Julieta Serrano horas antes de recibir este jueves el XXI Premio Corral de Comedias del Festival de Teatro Clásico de Almagro. El festival que dirige Ignacio García abre hoy su edición 44 con este premio que distingue a la actriz por representar "lo mejor de nuestras tradiciones teatrales" ya que, a lo largo de su carrera, Julieta Serrano "ha abordado un patrimonio vastísimo en el que ha habido un espacio importante para el teatro clásico, el teatro del Siglo de Oro y el teatro en verso, pero también porque hereda esa magnífica escuela de decir el verso con claridad, con profundidad, con contundencia, pero con una manera absolutamente orgánica y natural".
A lo largo de más de 60 años de oficio, Julieta Serrano ha interpretado textos clásicos como El burlador de Sevilla, de Tirso de Molina; El caballero de Olmedo, Los melindres de Belisa, El arrogante español o el caballero del milagro, El despertar a quien duerme, de Lope de Vega; o Numancia, de Miguel de Cervantes. La actriz recuerda que pisó por primera el escenario del corral de comedias de Almagro en 1958, con Miguel Narros, que la dirigió en La dama duende, cuando aún no existía el festival: "yo era una niña muy joven y Miguel me hizo entender y me enseñó que ese teatro estaba lleno de vida, de sabiduría, de poesía".
Aunque reconoce que es muy probable que improvise esta tarde en su discurso de agradecimiento, la actriz asegura que le dedicará el galardón a Narros y a sus amigas Berta Riaza y Alicia Hermida, una de las relaciones de amistad más entrañables y admiradas de la escena, "las hermanas que encontré en Madrid cuando llegué y no conocía a nadie, fueron mis hermanas, mis madres, mujeres generosas y tiernas que me acogieron”.
Julieta Serrano (Barcelona, 1933) comenzó a trabajar siendo una adolescente como dibujante en el Taller Morató para ayudar en la economía familiar y cuenta que podría haberse ganado la vida con ello porque "era buena copista, podría haber sido una buena falsificadora". Después trabajó en distintos grupos amateurs, hizo teatro infantil y participó en los llamados Teatro de Cámara y Ensayo. En el año 1957 hizo una larga gira por España bajo la dirección de José Luis Alonso y su primer estreno en Madrid, con dirección de Narros, fue con La rosa tatuada, de Tennessee Williams.
A partir de entonces, Julieta Serrano se dedicó por entero a su trabajo como actriz, primero en teatro y después en el cine y la televisión, desarrollando una carrera de más de 60 años, que le ha valido, entre otros, el Premio Nacional de Teatro, la Medalla al Mérito en las Bellas Artes o el premio Goya a Mejor Actriz de Reparto por su papel en Dolor y gloria, de Pedro Almodóvar.
Dice que ha sabido sostener su vocación a lo largo de tanto tiempo porque "cuando quieres tanto una cosa, la hoguera no se acaba y yo no soy una genia que no cometa errores, pero he sido siempre muy consciente de lo que estaba haciendo, de lo que podía hacer y de lo que no había conseguido hacer, pero he tratado siempre de llegar a ese punto de tocar el cielo”.
Para la historia del teatro en España, Julieta Serrano deja trabajos como su papel en Las criadas, de Jean Genet, en aquel mítico montaje dirigido por Víctor García en 1969, en pleno franquismo, en el que compartió escenario con Nuria Espert: “Fue tan diferente, tan espectacular, rompió tantos moldes, también para nosotras, que teníamos la misma confusión que el público, porque a una parte le entusiasmó y otra dijo y esto qué es”. La actriz admite que le cuesta elegir un solo papel de su vida y recuerde sus trabajos en Veraneantes, con Carlos Gandolfo o El largo viaje hacia la noche, de Eugene O’Neill, obra para cuyo estreno montó su propia compañía.
Julieta Serrano llega al Festival de Almagro tras haber terminado el rodaje de Madres paralelas, la última película de Almodóvar, con quien ha rodado en 7 ocasiones, desde Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón a Mujeres al borde de un ataque de nervios, Matador o Entre tinieblas. Sobre este reciente trabajo, la actriz explica que su papel es muy pequeño y muy “sutil”, pero “la película me parece preciosa y estoy deseosa de verla, creo que Almodóvar tiene un talento que se engrandece en cada película, tiene una gran capacidad de ingenio y de ideas”.