Los macrobrotes como el de Mallorca se han convertido en el riesgo que planea sobre este primer fin de semana de julio, en el inicio de la temporada de verano, en la que la economía confía en que se produzca la recuperación del sector turístico. Por supuesto, que no esperan llegar a los niveles de 2019, pero sí, al menos, más de la mitad de lo que se ganó entonces. Y los empresarios esperan esa recuperación, sobre todo, gracias a los viajes nacionales. Los empresarios del sector ponen sus esperanzas en el turista nacional que está disparando las reservas y aseguran que, dentro de una gran incertidumbre, las expectativas para este verano son muy positivas. «No llegaremos a recuperar el año 2019 pero el salto del año 2020 es muy considerable y, por tanto, nos hace concebir unas ciertas esperanzas», explica José Luis Zoreda, de Exceltur. El sector prevé que este verano vengan menos de la mitad de turistas internacionales que en verano de 2019 pero esperan que la situación mejore en otoño. «Estamos viendo el comportamiento del mercado alemán que sí está respondiendo bien», dicen desde la Mesa del Turismo, «pero sí es verdad que se están haciendo más reservas para septiembre-octubre». Según las patronales, el sector turístico podría facturar este verano cerca de dos tercios de lo que facturó el último verano sin pandemia. Este jueves comienza la primera operación salida de este verano atípico, el segundo en pandemia, con buenas expectativas para el turismo nacional y más inciertas en el ámbito internacional, por lo que los operadores de transporte manejan sus previsiones con cautela. La alianza turística Exceltur espera un repunte importante de la demanda nacional, sobre todo a destinos peninsulares, a los que se puede viajar en coche. Exceltur tienen también buenas expectativas para la llegada de viajeros internacionales, especialmente de Alemania y Francia, pero Zoreda alerta de la gran volatilidad por el impacto de las nuevas cepas del coronavirus que podrían producir cambios súbitos en la movilidad intraeuropea. El coche es el medio considerado más seguro y eso explica, según un estudio de Mastercard, que el gasto en gasolina haya superado los niveles prepandemia en un 155 % y crezca más de 50 puntos porcentuales en el último año. En esta ocasión, cargar combustible en los coches (gasolina o gasóleo) es entre un 20 y un 21 % más caro que hace un año, cuando el proceso de desescalada había concluido y se empezaba a recuperar la movilidad. Llenar el depósito de gasolina es también una media de casi 4,5 euros más caro que en 2019, en el mundo precovid, en tanto que con gasóleo es 2,86 euros más costoso, según los datos del Boletín Petrolero de la Unión Europea (UE).