Acaba la temporada televisiva y empiezan a conocerse algunas novedades de cara a la siguiente. La última, la despedida de Mónica López al frente de La hora de La 1, menos de un año después de su comienzo. Según informa El Huffington, la que fuera meteoróloga de la cadena se enteró este mismo viernes de su destitución y no ha podido despedirse de su audiencia. El que sí se ha despedido de ella públicamente es el director del programa, Lluís Guilera, que ha compartido en Twitter un mensaje para ella: «Ha sido un lujo trabajar estos meses con Mónica López. El reto que tenía era inmenso y lo ha superado con nota. Y lo digo porque he estado a su lado estos meses, cada día, muchas horas. Petons, Mònica». La presentadora no le ha respondido en la red social y, por el momento, no ha hecho ninguna mención a su destitución en su cuenta. Durante este tiempo, Mónica López ha protagonizado algunos encontronazos con algúnos políticos durante sus entrevistas. Javier Maroto le dijo una vez que «no esperaba una pregunta en TVE» y la presentadora tuvo que recordarle a Rocío Monasterio que ella era la encargada de hacer las preguntas. TVE no atraviesa su mejor momento. La audiencia no ha parado de caer esta temporada y se han cometido errores en sus rótulos durante sus retransmisiones que han sido muy comentados, como el de la infanta y el rey o del de la Barceloneta. El ente público está en plena transformación tras la salida de Rosa María Mateo. Esta misma semana, el Tribunal Constitucional tumbó su nombramiento como directora de RTVE porque considera que vulneró el derecho fundamental a la participación ciudadana a través de los medios de comunicación. El pasado mes de febrero, el Congreso apruebó la renovación de seis de los vocales del Consejo de RTVE tras el acuerdo entre PSOE y PP. Tras ese primer gran pacto parlamentario entre ambos partidos, Vox comenzó a gritar en el Hemiciclo «Que se besen! ¡Que se besen!» Mónica López sustituyó a María Casado durante esa franja horaria en la cadena tras muchos años explicando el tiempo en el telediario. Antes de comenzar su aventura en La hora de La 1, estuvo en La Ventana y le preguntaron por qué había accedido a ese cambio tan radical y esta fue su respuesta: «Quizá porque soy una descerebrada. Tengo 45 años, con dos niñas, viviendo al lado de Torrespaña, con buen horario dedicándome a la información del tiempo que no me llevaba nada. Pero la verdad es que me gusta la tele, contar cosas y creo que hay espacio por recorrer para contar las cosas de otra manera». Ahora está por ver cuál será su próximo destino profesional.