Premio para quienes construyen integración con quienes llegan de lejos
Los voluntarios de la villa de Moya en Canarias, distinguidos con el premio Ciudadano Europeo del Europarlamento
"Dar una expresión concreta a los valores consagrados en la Carta de Derechos Fundamentales de la Unión Europea". Eso resume el motivo por el que el Parlamento Europeo ha concedido uno de sus premios Ciudadano Europeo 2021 a los voluntarios de Villa de Moya, una ciudad pequeña del norte de Gran Canaria.
Los vecinos de esta zona se habían movilizado ya en 2014, cuando miles de refugiados llegaban a las costas de Grecia desde Siria o Irak, y buscaban rincones de la Unión en que poder vivir. Ellos se ofrecieron para una iniciativa que, en España, quedó casi desierta por la falta de colaboración de las autoridades nacionales.
Pero la semilla había quedado sembrada, y dio su fruto mucho más cerca, cuando en 2019 aumentó el número de personas que cruzaban hacia territorio de la Unión Europea a través de aguas canarias. Moya ya no estaba a miles de kilómetros del problema, sino que el problema estaba en sus puertas. "Acercarnos a conocer las realidades e historias de esas personas fue lo que nos dio mayor impulso para implicarnos a fondo", explica al teléfono David Melián, en nombre de todos los voluntarios de su ciudad. Apela al recuerdo que todas las familias tienen allí de cuando fue su gente la que se subió en un barco para cruzar el mar, rumbo a Cuba o Venezuela.
Desde entonces, a diferencia de quienes han buscado intentar romper a la sociedad canaria con el racismo y la xenofobia hacia los más débiles, en Moya buscaron que no se diera asistencia "sino acogida", que hubiera convivencia. Como explica Melián "ahora son nuestros vecinos, los queremos como vecinos y son nuestro futuro, nuestros científicos, profes, veterinarias, médicos, son parte de nuestra sociedad".