Una manada de elefantes ha obligado a evacuar a 150.000 personas en China
Este domingo ya se encuentran a tan solo 200 kilómetros de la reserva de la que se escaparon, después de un viaje de 500 kilómetros durante meses
Madrid
Los protagonistas, una manada de 14 elefantes salvajes, abandonaron una reserva en la provincia de Yunnan, en China, hace ya 17 meses. Desde entonces, los animales migratorios han estado caminando unos 500 kilómetros, pasando por campos, pueblos, ciudades, comiendo y pasando por cosechas valoradas en millones de dólares y dañando edificios.
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Desde entonces, han sido evacuadas más de 150.000 personas por miedo a un "posible conflicto", según las autoridades chinas. De hecho, los medios estatales han movilizado ya más de 25.000 policías con vehículos y drones para monitorear el avance de la manada de los 14 elefantes.
Los habitantes de los pueblos trataban de defenderse contra los elefantes
Las autoridades iban desalojando y moviendo temporalmente a los habitantes de los distintos núcleos poblacionales por donde iban pasando los elefantes para evitar conflictos entre los animales protegidos y los lugareños, que trataban de defender y proteger sus hogares y cultivos contra los enormes mamíferos.
En un principio, los esfuerzos por hacer girar a la manada de destino y volver a la reserva fracasaron, pero poco a poco los animales han ido reculando y emprendiendo la ruta de vuelta al parque. Para ello han utilizado cercas eléctricas, cebos y caminos hecho a mano para que los animales recuperasen la ruta de vuelta, según declaraciones recogidas por la BBC de Wan Yong, quien encabeza el monitoreo de los animales.
Ya están a 200 kilómetros de la reserva
De hecho, el domingo por la noche la manada ya se encontraba a 200 kilómetros de la reserva, según Associated Press, que se ha hecho eco de la historia. Según sugieren algunos expertos, la huida de los elefantes se debe a un posible cambio en el liderazgo de la manada, un elefante sin experiencia que les llevó por el camino equivocado.
Las autoridades chinas tratan de proteger a toda costa a esta especie protegida de animal, ejemplar del que solo quedan 300 en toda China, la mayoría de ellos nómadas.