Desde las 9:00 horas se celebra en el pleno del Congreso la sesión de control al Gobierno, la primera de este curso político y en la que Pedro Sánchez se somete a las preguntas de la oposición por primera vez en dos meses. En ese debate parlamentario, el presidente del Gobierno se va a encontrar con la mesa de diálogo con Cataluña, el precio de la luz desbocado y con el inédito pulso de las eléctricas, que amenazan con cerrar las plantas nucleares si les tocan los beneficios. Pablo Casado, en su intervención inicial, ha usado la ironía para dar la bienvenida a Sánchez al Congreso tras 80 días de ausencia, le ha acusado de no decir la verdad ni al médico, de bloquear la elección de los jueces y de «electrocutar» el recibo de la luz. También le ha reprochado que se siente con los partidos catalanes para «pactar el referéndum». «Es la mesa de la infamia por la independencia», ha dicho el líder del PP sobre la mesa de diálogo que se reúne esta tarde. Casado ha acusado a Sánchez de ser el «presidente de un gobierno fallido, el más radical de Europa». «¿Cuándo piensa resolver los problemas en vez de agravarlos?», le ha dicho al jefe del Ejecutivo. En su respuesta, el presidente del Gobierno ha rechazado el tono pesimista y bronco del líder del PP. Sobre la subida de la luz, ha defendido la gestión del Ejecutivo de no ceder ante la amenazas de las eléctricas: «El Gobierno siempre va a defender el interés de los ciudadanos por encima de cualquier interés y presión particular», ha dicho, y ha lamentado que para el PP las «medidas confiscatorias» son «medidas que revierten los beneficios en favor de todos. Lo justo es que todos arrimemos el hombro». Desde Vox, Santiago Abascal ha acusado al Gobierno de querer «amordazar a los españoles mientras están con los enemigos de España, los que saltan las vallas, los golpistas, los separatistas...». Abascal acusa a Sánchez de «ceder» para «atornillarse» al escaño azul: «En la mesa de negociación con golpistas la moneda de cambio es la soberanía de España, la traición a la Justicia y al rey», ha dicho sobre la mesa de diálogo con Cataluña. El líder del partido ultraderechista ha sacado pecho de ser «el único partido que le dice a Sánchez que preside un gobierno ilegítimo». Sánchez ha echado en cara que Vox desprecia el diálogo y quiere suprimir la comisión de Igualdad del Congreso: «El Gobierno pacta y negocia con los agentes sociales, con las comunidades autónomas, con la UE, con pequeños y medianos ayuntamientos...». «Nosotros defendemos un modelo social donde caben todos. Ustedes no. No quieren dialogar con alguien que piensa diferente a usted», ha dicho Sánchez a Abascal. Desde ERC, Gabriel Rufián ha lanzado a Sánchez una advertencia: «Si fracasa y decepciona la mesa de diálogo no fracasa y decepciona solo el independentismo, también la izquierda española, y Vox y PP entrarán en Moncloa, y nos irá mal a todos». Por eso el republicano ha asegurado que están «dispuestos a dialogar, de tú a tú, sin imposiciones». García Egea, en su interpelación a la ministra Yolanda Díaz, le ha animado a que «deje de aplaudir a Sánchez», «coja la mano del Gobierno» para solucionar los problemas de España y salga a manifestarse. Díaz ha respondido: «No frivolice con los problemas de los españoles». Sobre la gestión del Gobierno ante el problema de las tarifas eléctricas: «O usted no comprende cómo funciona el mercado eléctrico o quieren ocultar la deficiente gestión del Partido Popular en esta materia. Si alguien ha gravado la factura de la luz con impuestos, llegando a gravar hasta el sol, ha sido el PP».