El Banco de España mejora previsiones pero avisa de la lentitud de los fondos europeos

Madrid

La economía española mantiene el ritmo de recuperación y crecerá este año un 6,3%, según las previsiones del Banco de España. El avance de la vacunación y la reapertura de la actividad en el sector servicios permiten sostener el rebote de la economía que empezó en el segundo trimestre de este año, pese a la aparición de nuevas variantes del coronavirus. El informe de previsiones del Banco de España prevé que este dinamismo continúe a lo largo de 2022, año en el que la economía española recuperará los niveles de PIB que tenía antes de la pandemia, aunque reconoce que empiezan a ver señales que apuntan a una "moderación del ritmo de recuperación".

Las nuevas previsiones suponen una ligera mejora respecto a las presentadas antes de verano. En concreto el 6,3% de crecimiento para 2021 es una décima superior a lo pronosticado en junio. También aumenta una décima el aumento del PIB previsto para 2022 hasta el 5,9%. Aunque lo que más mejora son las perspectivas sobre el empleo. La tasa de paro bajará este año, de media, hasta el 15,1% y seguirá bajando entre 0,8 y 1 punto los próximos dos años para dejar el desempleo algo por encima del 13% en 2023

El Banco de España prevé que el PIB crezca un 2,7% en el tercer trimestre que estamos a punto de terminar, una décima menos que en el trimestre anterior. Un crecimiento que se sustenta en el avance del consumo privado, especialmente de los residentes en España y en la mejora del turismo nacional que ha recuperado niveles de 2019. Aunque las restricciones para el turismo internacional sitúan su contribución muy por debajo de la previa al coronavirus.

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Despliegue de fondos europeos y falta de suministros, principales riesgos

El informe de previsiones del Banco de España enciendo dos alarmas que pueden afectar al crecimiento económico previsto para los próximos meses. Una de ellas es el impacto que tendrán los 140.000 millones de fondos europeos que le corresponden a España: “la información disponible sobre la implementación de los fondos europeos parece apuntar a un cierto retraso en la ejecución del gasto” dice el informe. Por eso el Banco de España cree que el impacto de este dinero será menor en 2021 y traslada parte de ese impacto positivo al crecimiento a los años 2022 y 2023.

El otro elemento de preocupación tiene que ver con la industria y los problemas derivados de la falta de microchips que ha obligado a reducir o incluso a parar la producción especialmente en las plantas de automoción. “El crecimiento de la actividad podría verse entorpecido en los próximos trimestres por la prolongación en el tiempo de las limitaciones de oferta que aquejan especialmente a algunos procesos productivos” y que el Banco de España teme que acaben en una subida de precio de coches, electrodomésticos y otros productos afectados.

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Rechaza subir pensiones y salarios en función de la inflación

La subida de la inflación es el otro quebradero de cabeza para los economistas. El Banco de España reconoce que "el repunte de precios está siendo más elevado y persistente" de lo previsto pero sostiene que los motivos que provocan el ascenso del IPC “parecen tener una naturaleza predominantemente transitoria” y confía en que la contención de precios del petróleo y de algunas materias primas que se está produciendo continúe en los próximos meses. En las previsiones apuntan a que la inflación media en 2021 se situará en el 2,4% y que en 2022 el alza de los precios será del 0,9%.

En este sentido los bancos centrales llevan semanas avisando de que el gran riesgo es que la subida de la inflación provoque un aumento de salarios que, a su vez, genere nuevos aumentos de precios. En ese sentido, el informe del Banco de España avisa de que subir las pensiones o el sueldo de los funcionarios en función de la inflación puede ser una mala idea porque puede inducir a un incremento mayor de salarios en las empresas.