Alberto Rodríguez, ante el Supremo: "No existe un vídeo donde aparezca, existe la criminalización"
Durante el juicio el policía ha ratificado la presunta patada en la rodilla de Rodríguez en una protesta en 2014
En los vídeos aportados por la defensa y la acusación no aparece el diputado de UP durante las algaradas
La Fiscalía da credibilidad a los agentes y rebaja la petición a 3 meses y 10 días de cárcel por dilaciones indebidas
En el juicio en la Sala Penal del Tribunal Supremo fijado en una sola sesión ha declarado el diputado de Unidas Podemos Alberto Rodríguez, el policía que denunció haber recibido una patada de Rodríguez durante una manifestación en enero de 2014 en La Laguna (Tenerife), el inspector de Policía al frente del dispositivo y la doctora que atendió al policía.
El agente al que supuestamente agredió Rodríguez ha ratificado ante el tribunal que le dio una patada durante la manifestación. Según el agente, a preguntas de la Fiscalía, la patada fue "voluntaria" y aunque en su día denunció en comisaría dos agresiones, una contusión en la rodilla y otra en la mano, hoy ha ratificado únicamente la primera. "La de la mano debió de ser, hubo mucho alboroto. Yo llevaba el escudo, supongo que sería de otra cosa", ha dicho.
A preguntas de la fiscal, el día de los hechos "cuando empezaron los altercados, lanzamiento de objetos e insultos" había un trenzado de vallas que los manifestantes derribaron. Asegura que conocía a Rodríguez de verlo en otras manifestaciones y ese día "le dio una patada en la rodilla izquierda" y no le detienen porque "había mucha gente. No fue una patada que me impidiera seguir trabajando, agarrarle hubiera sido peor que mantener la línea", ha dicho.
La defensa de Rodríguez ha querido dejar constancia de que se desdecía de la denuncia original de la contusión en la mano. "¿Está diciendo que la presunta lesión de la mano no fue ocasionada por Alberto Rodriguez?" - "No, fue la rodilla", ha contestado el agente.
El policía ha señalado que la presunta patada no se produjo mientras los manifestantes empujaban el vallado si no cuando "estaban intentando entrar donde estaban los detenidos". Fue en en "ese amago" cuando recibió el golpe, ha señalado. Según su relato, fue al Centro de Salud y le recetó analgésicos. La patada no le impidió trabajar el resto del día y no tenía síntomas inflamatorios. "Cuando me quité el pantalón estaba un poco enrojecida y por la noche ya no tenía nada", ha dicho.
"No estuve ni cerca"
Alberto Rodríguez ha insistido en la versión de los hechos que ha mantenido hasta ahora. Fue a la manifestación pero no estuvo en la plaza cuando se produjo el altercado contra la policía. En los vídeos visionados en Sala se ha reproducido el momento en el que un grupo de manifestantes insulta a los agentes, levanta las vallas amarillas y las arroja contra ellos.
Un visionado que ha utilizado Rodríguez para mostrar que no aparece en ninguna de las imágenes. A preguntas del ministerio público, "cuando ocurren los altercados yo no había llegado", ha dicho.
Rodríguez, obrero industrial en la refinería de petróleo antes de ser elegido diputado por Canarias por Unidas Podemos, ha relatado que fue "hablando con unos y con otros en la manifestación". Cuando llegó a la plaza de la Catedral "no estuve ni cerca del vallado amarillo como se ve en los vídeos. El vallado se rompe y yo llego después, en el momento temporal que yo llego ya estaba así".
"Es normal que (el agente) dijera que no me vio porque yo no estaba", ha insistido Rodríguez que enmarca la denuncia en un "montaje policial con intención de recriminar a determinadas caras del activismo social en la isla". Según Rodríguez, en el contexto de las protestas "Hay determinadas listas con perfiles visibles en los movimientos sociales y cuando hay una manifestación de este tipo" los más activos acaban implicados por los agentes. "Ocurre con demasiada normalidad", ha añadido.
Conclusiones de la Fiscalía
La Fiscalía ha rebajado la petición de 6 meses a 3 meses y 10 días de prisión por el delito de atentado a la autoridad debido a dilaciones indebidas de la causa que se ha extendido durante ocho años. "Estamos juzgando unos hechos de 2014 en 2021 que no tienen ninguna complejidad", ha subrayado.
Para el ministerio público queda acreditado que Rodríguez propinara una patada a un policía. Para la Fiscalía, cuando un agente local recibe una agresión de un ciudadano y va al Centro de Salud "contamos con ese adverbio probatorio". Además, ha manifestado, los vídeos "carecen de valor probatorio cero" porque "en la causa consta que se presentan hasta siete partes de agentes agredidos. ¿Hemos visto alguna agresión en los vídeos? No, qué casualidad", ha dicho.
"No sabemos de dónde proceden, quién los ha grabado, son de fuentes abiertas. Son unos vídeos que la propia letrada en el escrito de conclusiones reconoce que están elaborados por la defensa. Carecen absolutamente de valor" y "concluir que Alberto Rodríguez no estaba allí es mucha imaginación", según la fiscal.
La fiscal entiende que es normal que a Rodríguez se le citara tres meses después de la manifestación y que no se le detuviera en el momento de la agresión denunciada por el policía "¿Se imaginan a un agente deteniendo a una persona de dos metros, cómo habría podido acabar eso?", ha dicho.
La defensa insiste en las contradicciones policiales
La defensa de Rodríguez considera que los vídeos son de suma importancia porque el inspector de Policía "aparece en todas las imágenes y Alberto mide dos metros y no aparece en ningún momento. Si hubiera estado cerca y de frente al vallado habría sido advertida su presencia por el inspector jefe que estaba presente".
En cuando al agente presuntamente agredido, "apareció en los últimos minutos cuando ya se había producido el empuje del vallado" y "existen muchas declaraciones contradictorias a lo largo de la instrucción", ha señalado.
Para la defensa, los partes de lesiones no acreditan una lesión, "acredita que el agente fue a un centro de salud y dijo que le dolía la rodilla. El propio agente dice que fue un enrojecimiento que se le quitó esa misma noche. Es incompatible con una fuerte patada. El médico le prescribió un analgésico por si tenía dolor, lo que hace presuponer que no lo tenía en ese momento", ha dicho la abogada Marta Flor.
Alegato final
En el turno de última palabra, Rodríguez ha denunciado los años que ha durado la instrucción en los que considera cercenado su derecho a la tutela judicial efectiva. "No han sido ocho años inocuos. Esto ha sido un calvario y se ha recrudecido cuando el proceso se pone en marcha a raíz de ser cargo público. De ahí, la persecución en redes, a mi reputación y la de mi familia".
Para Rodríguez, ha quedado evidenciado que "no hay ni una sola prueba objetiva más allá de la mera declaración de un policía". Y ha concluido "Si lo que va a salir de este juicio mediático es la conclusión de que basta solo la palabra de un policía contra toda evidencia de los vídeos, de sus superiores, de las contradicciones en su declaración; si eso vale para someterte a un calvario judicial durante años y se produzca una eventual condena con la repercusión que tiene en lo personal y laboral, estamos ante hechos gravísimos".
Para el diputado de UP, su posible condena pondría en juego "el derecho de reunión y manifestación de este país". El Supremo ha dejado visto para sentencia el juicio contra Alberto Rodríguez.