Sánchez proclama en la ONU que la democracia está "amenazada" y enarborla la bandera de la igualdad
El presidente del Gobierno pronuncia un discurso ante la Asamblea General de Naciones Unidas
Nueva York
Fue un discurso con una gran carga ideológica, en el que el presidente del Gobierno vinculó el compromiso de España con el acceso universal a las vacunas a una "enseñanza" de su abuelo ("que lo que es justo para todos termina siendo siempre beneficioso para todos") y en el que alertó de los peligros a los que se enfrenta hoy la democracia, no sólo en Afganistán: "Es una lucha diaria contra quienes quieren imponer la desigualdad, beneficiando a unos pocos; quienes buscan excluir o culpar a las minorías más vulnerables; quienes llaman al odio por razones de origen, sexo o creencia; quienes apelan a muros y fronteras". "Sin duda, la democracia está amenazada", proclamó Pedro Sánchez en la madrugada del miércoles ante la Asamblea General de Naciones Unidas.
Tenía especial interés en intervenir de forma presencial en la tribuna de Nueva York, en este 76º periodo de sesiones de Naciones Unidas, pero el guión previsto saltó los aires. Su plan era volar el domingo a Estados Unidos y, media hora antes de partir, decidió que la erupción del volcán era un motivo lo suficientemente preocupante a como para cambiar su destino. Se fue a La Palma y a ellos, a los palmeros, fue dirigido su primer mensaje al tomar la palabra ante Naciones Unidos, recién llegado de la zona arrasada por la lava.
Reivindicación de los valores progresistas
"Impresionado por cómo la naturaleza, una vez más, nos recuerda la medida de nuestra fragilidad", Sánchez hilvanó un discurso en el que reivindicó valores nítidamente progresistas, con la igualdad como principio al que se tiene que aspirar en el ámbito internaciona: "Aquí no habrá muros ni fronteras que puedan defender a unos del sufrimiento de otros", dejó dicho el presidente, que anunció que España aumentará en 7'5 millones de vacunas su donación a terceros países: en lugar de los 22'5 comprometidos se llegará, por el momento, a los 30 millones, priorizando en el reparto a América Latina, cuya grave situación destacó el presidente. Y como ya hiciera en los foros europeos, lanzó ante Naciones Unidas su propuesta de exención temporal de las patentes de las vacunas para faciltar el acceso.
Soluciones globales para problemas comunes: multilateralismo
La pandemia, la reconstrucción económica y la emergencia climáticia son "problemas comunes" en los que se detuvo el presidente y para los que reclamó "soluciones globales". Pasó por alto las actuales tensiones entre potencias, pero sí que hizo una encedida defensa del multilateralimo: "El enemigo del multilateralismo es el extremismo". "No nos dejemos engañar por aquellos que desde el egoísmo y el individualismo nos quieren hacer creer que las causas colectivas que nos unen son causas que no merecen esfuerzo", defendió. La Unión Europea, reivindicó el presidente en este punto, debe asumir el liderazgo que le corresponde "con fuerza y decisión".
No hubo sorpresas en las referencias prácticamente obligadas en este foro al Sáhara Occidental y a Gibraltar, asuntos en los que el presidente reclamó el respeto a la "doctrina" de Naciones Unidas y confió, en el caso del Peñón, en que breve se cierre un acuerdo con Reino Unido. Como regiones prioritarias en la estrategia del Gobierno de España, Sánchez citó América Latina, el Mediterráneo y África aunque Afganistán, su crisis humanitaria y la amenaza que supone su nuevo gobierno, fueron un punto de partida y de destino en las reflexiones del presidente: frente a quienes han cuestionado la manera en que "determinados países" participan en el escenario internacional, Sanchez declaró que el modelo democrático es "el único que garantiza la defensa y protección de los derechos humanos y de las libertades individuales, y que seguirá siendo el faro y guía de nuestra actuación".
"Libertad para qué? Libertad para ser libres". Agarrado a la cita de Fernando de los Ríos, figura imprescindible en el pensamiento socialista en España, Sánchez se despidió de Naciones Unidas, de vuelta a la isla de la Palma.