Ciencia y tecnología
Bacteria

"Es asqueroso": el sencillo experimento que demuestra la importancia de lavarse las manos antes de comer

Lavarse las manos es fundamental para prevenir posibles contagios de distintas enfermedades

El experimento de las rebanadas de pan nos demuestra la importancia de lavarnos las manos. / Getty Images

Madrid

La pandemia de la COVID-19 nos ha demostrado que lavarse la manos de forma frecuente es mucho más necesario de lo que creíamos. No solo para evitar posibles contagios de enfermedades como el nuevo brote de coronavirus o la gripe, si no para evitar contaminar distintas superficies con nuestras bacterias. Sin embargo, y a medida de que vamos perdiéndole el miedo a la enfermedad, estamos perdiendo también la costumbre de lavarnos las manos.

No obstante, continúa siendo tan importante como al principio. A pesar de que gran parte de la sociedad esté vacunada contra la COVID-19, el virus continúa desplazándose de un lado a otro. Principalmente a través de aerosoles o gotitas, pero también a través de las distintas superficies con las que estamos en contacto. Por esa misma razón, y dado que la temporada de la gripe comienza en apenas unas semanas, es importante volver a recordar de la importancia de lavarse las manos de forma frecuente.

El experimento que nos demuestra de la importancia de lavarse las manos

Hace ya varios años, la profesora Jaralee Annice Metcalf compartía un experimento que había hecho con sus alumnos y alumnas de la Escuela Primaria Discovery mediante el que demostraba la importancia de lavarse las manos antes de sentarse a comer. En primer lugar, la profesora cogió una rebanada de pan de molde con las manos sucias y la metió en una bolsa individual. A continuación se echó gel desinfectante en las manos, tocó una segunda rebanada y la metió en otra bolsa.

Después se lavó las manos con agua y jabón, tocó una tercera rebanada y la metió con cuidado en una de las bolsas. Por último, la profesora cogió una cuarta rebanada y la restregó por la superficie de un ordenador portátil. Tras completar esta primera fase del experimento, Jaralee Annice Metcalf dejó cada una de las rebanadas colgadas en su clase durante varias semanas.

Las bacterias consiguen hacer de las suyas pasadas varias semanas

Pasado ese tiempo, la profesora le demostró a sus alumnos que las bacterias están mucho más presentes en nuestro día a día de lo que realmente pensamos. Tres semanas después de tocar la rebanada de pan por primera vez con las manos completamente sucias, esta comenzó a mostrar unos colores que demuestran que su salubridad no es del todo buena.

Sin embargo, no todas las rebanadas de pan reaccionaron de la misma manera al paso del tiempo. Tal y como demostraba la profesora en una fotografía compartida en su página de Facebook, la rebanada de pan que fue tocada por los alumnos después de limpiarse las manos con agua tibia y jabón permanecía intacta. No así la que había sido tocada con gel desinfectante, que presentaba alguna que otra mancha. Mientras tanto, la que fue restregada por los ordenadores acabó completamente negra, por lo que sigue siendo importante lavarse las manos con frecuencia para evitar posibles infecciones.

David Justo

David Justo

(Astrabudua, 1991) Periodista especializado en tecnología y buscador de historias virales e inverosímiles...

 
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