Koulibaly denuncia racismo en el Balón de Oro: "Tenemos que hacer el doble para que se nos juzgue bien"

El periódico francés France Football publicó la pasada semana la lista de 30 finalistas al Balón de Oro, que se entregará el próximo 29 de noviembre. Además de los grandes favoritos, los Messi, Benzema o Lewandowski, en la lista figuran tres españoles: Azpilicueta, Pedri y Gerard Moreno.

Solo hay un portero entre los 30 mejores del mundo, el cancerbero del PSG y la selección italiana Gianluigi Donnarumma, algo que no ha gustado nada al jugador del Nápoles Kalidou Koulibaly, que ha criticado públicamente que no esté en la lista el portero del Chelsea Edouard Mendy. 

"Es una verdadera pena que Edou no esté ahí. Es el primer portero africano en ganar la Champions League. Debemos continuar trabajando duro y avanzar. Nosotros tenemos que hacer el doble que cierta gente para que se nos juzgue bien. Edou es una persona muy positiva. Hemos hablado de esto. Seguirá trabajando para intentar estar ahí. Para mí, tiene un lugar entre esos 30 jugadores", ha opinado Koulibaly. 

El francosenegalés fue el portero titular del campeón de la Champions la pasada temporada. Los datos le avalan: solo recibió tres goles en 12 partidos y mantuvo la portería imbatida en nueve de ellos. En la Premier dejó su portería a cero en más de la mitad de los partidos que disputó, esto es, 16 de 31.

Le llamaron "mono de mierda"

Koulibaly denunció el pasado lunes que un hincha de la Fiorentina le llamó "mono de mierda" al acabar el encuentro de este domingo en Florencia y exigió que se le prohíba acceder a recintos deportivos "de por vida".

"'Mono de mierda'. Me llamaron así. Esta gente no tiene nada que ver con el deporte. Hay que localizarlos y prohibirles acceder a los estadios para siempre", escribió Koulibaly en su cuenta de Twitter, traduciendo el insulto racista también en francés e inglés.

El defensa senegalés recibió el insulto al acabar el partido de Florencia, que ganó el Nápoles, durante una entrevista a pie de campo y se encaró con el aficionado, animándole a que tuviera el "coraje" de decírselo a la cara. El hincha, que estaba en la grada a unos veinte metros, se alejó.

El caso ha llegado a la mesa de Federación de Fútbol Italiana (FIGC), cuya fiscalía abrió una investigación tras registrar el acta arbitral y hablar con Koulibaly, según ha informado el organismo que dirige el fútbol italiano.

No es el primer caso de racismo registrado este año en la Serie A italiana: de hecho, hace tres semanas, un hincha del Juventus dirigió insultos racistas al meta francés del Milan Mike Maignan durante el duelo liguero entre turineses y milanistas.

El Juventus localizó al responsable gracias a las cámaras del Allianz Stadium y le prohibió acceder a los recintos deportivos de por vida.