Italia avanza en la ilegalización de los partidos fascistas
El Senado italiano ha aprobado la disolución de los grupos neofascistas con los votos a favor de los partidos de centro e izquierda y con la oposición de la derecha
Madrid
El Senado italiano ha aprobado la disolución de los grupos neofascistas. Italia da pasos en la ilegalización del fascismo en un contexto marcado los los disturbios registrados en Roma en la manifestación contra el pasaporte COVID, que culminaron con el asalto del mayor sindicato del país, la CGIL y la detención de 12 personas, entre ellas el líder del partido neofascista Forza Nuova, Roberto Fiore, y el cabecilla de su sección romana, Giuliano Castellino.
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La Cámara Alta ha solicitado la disolución de "todos los movimientos políticos con clara inspiración neofascista" con el apoyo de los partidos de centro e izquierda y con la oposición frontal del bloque de la derecha. De hecho desde Fratelli d'Italia, la homóloga de Vox en el país, han demandado que si ilegalizan estos grupos, "se condene también la violencia contra 215.000 millones de cristianos".
"Quien tenga dificultad de ver la matriz fascista", les ha contestado el portavoz del partido democrático, Maurizio Migliavacca, "que mire las fotografías del asalto a la sede del sindicato, las esvásticas tatuadas en los brazos de los asaltantes".
La disolución de todo grupo neofascista divide ahora al gobierno presidido por el primer ministro, Mario Draghi, que debería promulgar el correspondiente decreto. Lo divide porque la derecha que ha votado contra la resolución en el Senado ocupa la mitad de las sillas asignadas a políticos en el Consejo de Ministros, y ya han anunciado que impedirán que se promulgue el citado decreto.