La vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha expuesto este miércoles su «convicción profunda» de «derogar la reformar laboral», que ha recordado que «es el compromiso del Gobierno de España» y ha dicho que le gustaría «que cumplamos con ese compromiso» y «que lidere este compromiso el presidente del Gobierno», Pedro Sánchez. Díaz hizo estas declaraciones tras reunirse en Roma con el secretario general de la Confederación Italiana del Trabajo (CGIL), Maurizio Landini, en una rueda de prensa en la que quiso zanjar así el debate sobre quién debe liderar las negociaciones con los agentes sociales para derogar la reforma laboral de 2012, si ella sola o también otros ministros como la de Asuntos Económicos, Nadia Calviño. La vicepresidenta segunda reiteró, sin mencionar a nadie en particular, que «lo que sorprende es que ahora vuelvan a mostrar diferencias sobre el alcance de la reforma que hemos de practicar», cuando ella misma pactó con Sánchez en diciembre «una reforma laboral ambiciosa». En concreto, pidió a esos sectores del Gobierno que «están discrepando» sobre ese alcance que «expliciten qué piensan» sobre la prioridad del convenio de empresa, la ultraactividad de los convenios, la subcontratación establecida en el artículo 42 del Estatuto de los Trabajadores, los mecanismos de flexibilidad interna recogidos en el 47 y la regulación de la temporalidad, la precariedad y los contratos de formación según aparece en los artículos 12, 11 y 15 respectivamente. Pero confesó su «sorpresa porque volvemos a reabrir una vez más en nuestro país el debate sobre la reforma laboral». Díaz acotó así, en detalle, el debate dentro del Gobierno al contenido de la reforma y, como ayer, puntualizó que «no se trata de la metodología», pues ésta «ha sido la misma que nos ha llevado a alcanzar 12 grandes acuerdos sociales» y ha sido alabada por organismos internacionales. «La pregunta que me hago es qué ha pasado ahora para que haya un conflicto por la otra parte respecto de esta cuestión». Luego, ante la polémica sobre los liderazgos, reivindicó que el Gobierno es mancomunado y preguntó provocadoramente: «Los 12 acuerdos que ha liderado el Ministerio de Trabajo, ¿no son del Gobierno de España? ¿De quién son?». En esa línea, remarcó que «no es verdad» que éste sea el problema, son que «se está discutiendo sobre el alcance de la reforma laboral», y aquí insistió en que la de 2012 supuso el «empobrecimiento masivo», así que rogó: «Deroguemos la reforma laboral, que la encabece el presidente del Gobierno y transmitamos a la sociedad que el Gobierno progresista quiere modelos de vida con la gente dentro». Con la presidencia de Sánchez, añadió, «transmitiríamos a nuestro país que queremos un nuevo modelo de relaciones laborales». Pese al conflicto, Díaz aseguró que en el Ejecutivo están «conversando todo el día y toda la noche» y atestiguó: «Me siento bien en el seno del Gobierno progresista; me siento bien, me siento cómoda y quiero cambiar la vida de la gente de mi país. Lo demás son elementos accesorios».