Sociedad

Las casas de apuestas junto a los institutos bajan el rendimiento del alumnado, sobre todo en barrios humildes

Un estudio pionero cuantifica por primera vez el impacto de estos locales en las notas de la EBAU

De media la nota se reduce 0,25 puntos, pero llega a los 0,5 en los barrios más pobres

Un salón de juegos. / GettyImages

Tener una casa de apuestas a menos de 500 metros del instituto en el que uno estudia afecta al rendimiento escolar. De media la nota se reduce 0,25 puntos en comparación con quienes no tienen un local de este tipo cerca y llega hasta el medio punto (0,5) en los barrios más humildes. Además, el efecto que tienen las casas de apuestas en el los alumnos no desaparece con el tiempo, sino que aumenta y llega a reducir casi un punto la nota - un 0,7 sobre 10 - en el año posterior a su apertura en los barrios vulnerables.

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Todos estos datos son el resultado del estudio realizado Mar Cañizares y Sergi Martínez, dos investigadores predoctorales españoles pertenecientes al Departamento de Ciencia Sociales del Instituto Universitario Europeo de Florencia. Para hacerlo compararon las notas de la EBAU de todos los institutos de Madrid que ofertan bachillerato - 277 en total - con la apertura de casas de apuestas en el periodo entre 2014 y 2017.

Entre sus conclusiones destaca también que las casas de apuestas sólo reducen el rendimiento de quienes van a un instituto público: "Si una casa de apuestas abre cerca de un centro concertado ese efecto desaparece, es decir, no se ven afectados", explica Mar Cañizares, una de las autoras. "Sin embargo, cuando abren cerca de un instituto público en un barrio humilde el efecto se multiplica y en vez de 0,25 - que es la media de impacto que hemos visto - llega a reducir la nota de la EBAU 0,5 puntos sobre 10, que es muchísimo y que como sabemos te puede dejar fuera de la carrera que quieres estudiar".

"Las actividades extraescolares evitan acudir a las casas de apuestas"

Sobre las causas de esta diferencia, Mar señala que sólo pueden especular pero recuerda que hay evidencia de que los alumnos con menos nivel socio económico sufren más las consecuencias negativas de cuestiones como la separación de los padres, un problema de salud o la repetición de curso. Además, añade que "los colegios públicos y concertados utilizan su tiempo de manera diferente y lo mismo ocurre con las familias de altos recursos y las que no los tienen. Las familias con altos recursos estructuran su tiempo hacía el éxito académico, es decir, van al colegio concertado, están allí más tiempo comparado con los colegios públicos, comen en el colegio concertado, probablemente después se van a actividades extraescolares...mientras que este es un patrón que no observamos en los colegios públicos en general". Estar más tiempo en el instituto con actividades de ocio alternativas evitaría, según esta explicación, su exposición a la tentación del juego.

Para Sergi Martínez, coautor, viendo los datos, y su impacto según el tipo de centro, la principal conclusión del estudio está clara: "Este tipo de modelos de ocio aumentan la brecha de igualdad de oportunidades entre clases más humildes y las más acomodadas. Creo que de esto se deberían extraer las recomendaciones a la hora de hacer políticas públicas. Hay que proteger este tipo de barrios más humildes, ya sea limitando o aumentado la distancia mínima entre centros de educación secundaria y casas de apuestas o haciendo un trabajado de pedagógico en estos centros para vigilar y prevenir que este tipo de dinámicas se instauren en la vida de los adolescentes".

Los investigadores creen incluso que el impacto que tienen estos locales podría ser mayor de lo estimado porque el estudio únicamente ha usado datos de alumnos de bachillerato: "Si tuviéramos datos de las notas que sacan los institutos que tienen FP, en mi opinión, creo que veríamos un efecto mucho más negativo porque al final los alumnos que estamos observando son una población que ha sido positivamente seleccionada. Son niños que, en principio, quieren estudiar, quieren ir a la universidad por lo tanto están en bachiller. Así que sería muy interesante acceder a esos datos, pero desgraciadamente no son públicos y es muy difícil de acceder en general", dice Mar Cañizares.

El efecto de las casas de apuestas en barrios humildes es mayor

El estudio, que ya ha sido publicado y revisado, permite concluir también que el efecto de las casas de apuestas sobre el rendimiento no sólo se reduce, sino que aumenta en los barrios vulnerables. Se podría comparar con una especie de mancha de aceite que se va expandiendo y afectando a quienes están a su alrededor: "Si ponemos una casa de apuestas cerca de un colegio no todos los niños, no todas las niñas, van a ir a jugar, van algunos y estos algunos van contaminando poco a poco la distribución del tiempo, del ocio y la manera de vivir que tiene sus compañeros", relata Martínez. "Esto es un proceso gradual que tiene todo el sentido del mundo teniendo en cuenta los resultados que encontramos que reflejan que en el segundo año esta caída del rendimiento escolar se hace más efectiva". Su compañera de investigación añade: "No hace falta ser adicto al juego para observar sus consecuencias negativas más allá del individuo. Es decir, lo que observamos es que probablemente el porcentaje de los adolescentes que son adictos al juego es una minoría, pero eso no quiere decir que esa minoría no afecte al rendimiento de sus compañeros o que no lo haga quien sólo juega esporádicamente".

Ambos dicen que les encantaría extender el estudio a otras ciudades o comunidades, pero no saben si van a poder hacerlo por las dificultades que hay en España para acceder a los datos educativos: "Es verdaderamente difícil tener acceso a cualquier tipo de dato administrativo en España y es algo que a mí me da mucha pena. No somos funcionarios, pero yo considero que trabajo para España porque me pagan esta beca predoctoral con el dinero de todos los españoles, entonces a mí me encantaría, me encantaría poder estudiar otras ciudades, pero los datos no están disponibles", se lamenta Mar. "Para recoger estos datos nos tiramos meses y fue posible porque la ciudad de Madrid tiene un buscador que está hecho para los padres, no para los investigadores en donde pueden ver cuál ha sido la nota de los institutos de los años anteriores. Tuvimos que meternos, instituto por instituto, ver la nota de cada uno, los alumnos que se presentaban...fue un trabajo, de verdad de picar piedra"

"Este problema es más grave aún si comparas con otros países donde hay bases de datos en las que haces clics y se te descarga todo. Y cuando digo otros países no hablo de las democracias más avanzadas del mundo sino por ejemplo El Salvador tiene un fantástico archivo panel en el que pueden descargarte la nota, anonimizada, de todos los alumnos y que hubiera hecho nuestra vida infinitamente más fácil. Esto no existe en España", remata Sergi.

 
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