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Industria

Los trabajadores de la automoción protestan frente al Ministerio de Industria

CCOO exige al Gobierno que actúe ante la crisis de microchips y suministros tras el anuncio de dos ERE en las últimas semanas. El Ejecutivo se compromete a convocar la mesa de la automoción en los próximos días. El sector capea la situación con miles de empleados en situación de regulación temporal de empleo.

Protesta de trabajadores de la automoción frente a la sede del Ministerio de Industria en Madrid. / Carlos Sevilla

Madrid

"Sin industria no hay futuro" y "No a los despidos", son los lemas más gritados por los centenares de trabajadores del sector de la automoción que se han concentrado este lunes en Madrid procedentes de distintas provincias y convocados por CCOO.

Dos despidos colectivos (ERE) anunciados en las últimas semanas han hecho saltar las alarmas: el de la fábrica de componentes de Mahle en Vilanova i la Geltrú (Barcelona), que supondría el despido de 343 personas y el cierre de la fábrica, y el de la división de laminados de Pilkington en Sagunt (Valencia), que afectaría a 116 empleados. La crisis de los microchips, la falta de suministros y el problema logístico empiezan a traducirse en destrucción de empleo, en un sector sostenido en parte gracias a los ERTE, y el sindicato ha decidido llevar su protesta frente al ministerio.

"Somos 400 en plantilla y quieren despedir a 116, pero los otros 280 que se quedarán serán inviables porque ya [la situación] sería insostenible", explica José Luis García, empleado en la fábrica valenciana de Pilkington, que abastece de componentes de vidrio a las fábricas de Renault, SEAT o Ford. "Es una deslocalización porque se quieren llevar nuestra producción 'por la cara' a Italia. Estamos aquí para que intervenga el Gobierno, ya que esto es una deslocalización y si empezamos a caer nosotros, va a haber un efecto dominó y esto va a continuar", afirma.

"Lo que se está pidiendo es participación en el PERTE del vehículo eléctrico y conectado, que es fundamental y no ha habido participación de los agentes sociales. Y que esas ayudas vayan también destinadas a transformar, cualificar y capacitar al conjunto de los trabajadores", explica Rafa Guerrero, secretario general de la sección sindical de CCOO en la planta de SEAT en Barcelona. Y destaca un dato: "de los 4.300 millones de euros que se van a destinar al PERTE, solo 90 van a formación".

Durante la concentración, una representación de los trabajadores ha mantenido una reunión con el gabinete de la Ministra de Industria en la sede del ministerio, en la que han recibido el compromiso de la convocatoria de la mesa del automóvil en los próximos días. A su salida, la responsable de Industria de CCOO ha denunciado el impacto que la crisis de suministros está teniendo en las plantillas de la automoción. "Tenemos ya una pérdida de empleo neto en el sector del auto. De junio a aquí alrededor de 15.000 personas han perdido sus puestos de trabajo. Las medidas de flexibilidad que se están utilizando por primera vez por parte de las empresas es la finalización de los contratos de las personas eventuales", ha afirmado Garbiñe Espejo.

Espejo ha reclamado al Gobierno que tome medidas para evitar la destrucción de empleo. "Medidas como los ERTEs que hemos conocido ya en la crisis sanitaria del Covid, medidas que garanticen una protección social para que ningún trabajador o trabajadora del sector ni del conjunto de la cadena de movilidad se quede en su casa sin poder desarrollar su vida profesional", ha señalado.

Desde el Ministerio de Industria responden que "el sector de la automoción es prioritario para este Gobierno" y destacan que el Ministerio trabaja para impulsar la fabricación de semiconductores en España participando en la iniciativa europea del IPCEI de microelectrónica, donde va a presentar dos proyectos vinculados a automoción. "Nunca había habido una prioridad tan clara respecto a la automoción ni una dotación presupuestaria similar. Estas medidas darán certidumbre industrial, tecnológica y, sobre todo, laboral al conjunto del sector", afirman fuentes ministeriales.

Un sector en ERTE

Miles de personas que trabajan en la automoción están acogidas a un ERTE, con reducción de horas y jornadas de trabajo, que se pusieron en marcha para proteger el empleo ante la caída de la actividad por la pandemia del Covid-19 y se están extendiendo por la crisis de los suministros. Una situación que podría agravarse.

Los sindicatos de la industria auxiliar valenciana temen que con el inicio del año empiece a haber “una catarata de ERTEs”, aunque no saben precisar cuántos. Según explican a Radio Valencia, las empresas están mirando a Ford y no quieren tomar decisiones relacionadas con las plantillas hasta que la compañía no defina sus planes en materia de personal. Mientras negocia con los sindicatos la forma de reconducir la bajada de la producción, el fabricante ya ha ampliado su ERTE al suspender el turno de noche el año que viene, una decisión que algunos creen que ya había tomado antes incluso de la crisis de los microchips.

En Galicia, 6.000 trabajadores tienen jornadas reducidas o suspendidas por problemas con el suministro de materiales. En las fábricas de Renault en Valladolid y Palencia hay casi 9.000 personas acogidas a un ERTE que ha se ampliado hasta junio de 2022. En Valladolid se suman también los 1.000 trabajadores de Iveco afectados por paros hasta diciembre y los 400 de Michelin, con paros hasta final de año. La situación es más grave en la planta del fabricante de asientos Adient en el municipio vallisoletano de Mojados, donde el próximo lunes comienza a negociarse un ERE que plantea el despido de 85 de sus 420 empleados.

Entre 482 y 1.276 afectados al día en SEAT

Unos 4.000 empleados de la planta de Stellantis PSA Opel en Figueruelas (Zaragoza) están en situación de regulación temporal de empleo: prácticamente toda la plantilla salvo los temporales y quienes están cerca de la prejubilación o la jubilación. La fábrica ha sufrido desde antes del verano la falta de semiconductores y ha estado en ERTEs interrumpidos, mantiene suspendido el turno de noche y planifica los paros semana a semana. La situación también afecta a la industria auxiliar, que en Aragón da empleo a 20.000 personas.

La industria auxiliar de Cantabria, que abastece de componentes principalmente a las fábricas de Castilla y León y Cataluña, han registrado 11 ERTE como consecuencia de la falta de suministros, con 914 trabajadores potencialmente afectados. Y en la plantilla de SEAT en Barcelona "hay días que pueden ser 200 y otros 2.000, depende de la disponibilidad de semiconductores", explican a SER Catalunya fuentes sindicales. Según sus cálculos, una media de entre 482 y 1.276 personas al día tienen la jornada reducida o suspendida.

Son solo algunos ejemplos de plantillas acogidas a un ERTE en un sector que, entre fabricantes, industria auxiliar y de componentes y distribución, tiene presencia en todas las provincias españolas y representa el 10% del PIB.

(Elaborado con información proporcionada por las emisoras de la Cadena SER en cada comunidad autónoma)

Carlos Sevilla

Carlos Sevilla

Periodista en la sección de Economía, donde cubro la información sobre consumo, energía y el sector...

 
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