Portugal endurece las restricciones para frenar los contagios y declara el "estado de calamidade"
El presidente luso, Antonio Costa, ha impuesto el Pasaporte COVID obligatorio para los lugares cerrados y cerrará las discotecas a la primera semana de enero
Madrid
El país vecino, Portugal, ha decidido no esperar más y ha anunciado nuevas restricciones para tratar de reducir el nivel de transmisión entre su población. A pesar de que cuenta con un 87% de la población con la pauta de la vacuna completa, la presión en los hospitales está creciendo y el ejecutivo quiere evitar un desastre en Navidades.
De esta forma, Portugal ha declarado el "estado de calamidade" y exigirá a partir del 1 de diciembre un test de coronavirus con resultado negativo a todos los pasajeros que entren por vía aérea en el país, aunque tengan un certificado de vacunación, y endurecerá las sanciones a las aerolíneas que dejen embarcar a personas sin test.
La medida fue anunciada este jueves en rueda de prensa por el primer ministro portugués, António Costa, que señaló que se aumentarán las sanciones para las aerolíneas hasta los 20.000 euros por pasajero o incluso la pérdida de la licencia de vuelo en territorio nacional.
El ejecutivo va a reforzar los controles en los aeropuertos y recurrirá a empresas de seguridad privada para verificar sistemáticamente que todos los pasajeros cumplen las reglas, y no de forma aleatoria, como ahora.
Los test obligatorios para vuelos forman parte del paquete de medidas anunciado por el Gobierno para atajar la quinta ola de la pandemia, que refuerzan el uso de mascarillas, test y certificado digital. "Tenemos que estar permanentemente atentos y acompañar la evolución de la situación y buscar anticiparla cuando sea posible para controlar la pandemia", señaló Costa.
Para visitar residencias y hospitales, acceder a grandes eventos o a recintos deportivos y a discotecas y bares se exigirá, además del certificado digital, un test negativo.
El Ejecutivo reforzará las medidas después de las fiestas navideñas, para evitar que las reuniones familiares provoquen una escalada de contagios, como ya ocurrió el año anterior. Por ello, entre el 2 y el 9 de enero -la "semana de contención de contagios", dijo Costa- será obligatorio teletrabajar, se cerrarán las escuelas -se aplaza una semana el inicio del nuevo trimestre- y las discotecas.
El país pasará además a partir del 1 de diciembre al estado de calamidad, un escalón por debajo de la emergencia, para tener el marco legal necesario para poder implementar todas las medidas anunciadas.