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El origen y el final de Éric Zemmour, la nueva extrema derecha que se presenta en Francia

El periodista, historiador de formación, ha protagonizado este domingo su primer acto de campaña para las elecciones presidenciales

El origen y el final de Éric Zemmour, la nueva extrema derecha que se presenta en Francia

El origen y el final de Éric Zemmour, la nueva extrema derecha que se presenta en Francia

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Madrid

No se puede comprender el fenómeno de Éric Zemmour, quien en la tarde de este domingo ha protagonizado su primer acto de campaña ante miles de personas, sin observar al mismo tiempo la evolución del Frente Nacional, la formación ultraderechista que en 1972 fundó Jean-Marie Le Pen. Cuando en el año 2011, su hija, Marine Le Pen, toma el relevo al frente del partido se hace con una formación muy marcada por el carácter de su padre.

Jen-Marie Le Pen es un simpatizante del nazismo al que le falta un ojo que perdió en la Guerra de independencia de Argelia. En ese conflicto no solo fabrica su nostalgia imperialista, sino que también se gana fama de torturador. En los años 70 inicia su carrera política y la poderosa imagen de un hombre con un parche en el ojo acompañado de una retórica encendida empapa la marca Frente Nacional.

Todo el trabajo de su hija consistirá a partir del relevo en separarse de su figura. El partido había obtenido resultado notables en los años 90, alcanzando la segunda vuelta por primera vez en su historia en las elecciones presidenciales de 2002. Pero el país ha cambiado cuando Le Pen hija se hace con el control del partido e instaura un proceso de cambio que disimula y modera algunos posicionamientos para ensanchar la base de sus votantes. El enfrentamiento entre ambos se hace tan evidente que lleva a la expulsión de Jean-Marie por declaraciones como en las que defendía que las cámaras de gas fueron solo "un detalle" en la Segunda Guerra Mundial. Éric Zemmour representa para algunos especialistas un regreso al salvajismo sin límites.

"Hay de fondo una lucha estratégica muy interesante. Una parte de la derecha radical creyó que podía ganar votantes suavizando algunas posturas", indica Guillermo Fernández, autor del libro 'Qué hacer con la extrema derecha en Europa: el caso del Frente Nacional'. Ahí inscribe Marine Le Pen su nuevo mensaje, que la destaca como mujer, madre, profesional liberal que apoya la intervención del Estado en la economía. Su programa electoral de 2017, incluía la jubilación a los 60 años, una de las políticas estrella de lo que los expertos llaman el Estado del bienestar chovinista. Es decir, un Gobierno de carácter algo intervencionista y con servicios públicos, pero solo para los franceses.

Por otro lado, "existe esta nueva corriente, que puede representar Zemmour, que defiende que suavizar posturas es arredrarse, ceder ante la izquierda. Esto en España nos suena mucho, es, digamos, hacer la derechita cobarde. Sostienen que la izquierda va a odiarte igual y no va a votarte nunca, así que hay que dar la batalla cultural" en todos los frentes y con la mayor intensidad, explica el profesor de Ciencia Política de la Universidad Carlos III de Madrid.

De dónde sale Zemmour

Éric Zemmour es periodista, historiador de formación, conocido en Francia desde hace años por su labor de columnista en Le Figaró y sus trabajos en programas de televisión. Muchos le consideran en Francia un polemista profesional, en cuyo equipo actual hay personas a las que se vincula con el mundo neonazi. Era un personaje polémico y conocido desde hace años.

La pregunta para Fernández es por qué se presenta ahora, cuando todo parece señalar que habrá un candidato de extrema derecha en la segunda vuelta, y no en 2017 o en 2012, cuando parecía que no lo habría. El politólogo cree que el apoyo a Zemmour surge impulsado por un sector de la derecha radical y de una derecha francesa de origen más clásico que ahora se aproxima a sus postulados, que pretende derribar la figura de Le Pen. "Creen que es una desgracia para Francia, para la derecha francesa" que alguien con el apellido Le Pen se presente a las elecciones. "Reconocen que ha logrado resultados notables, pero piensan que ha llegado a su tope y piensan que las ideas del Frente Nacional están más esparcidas por la sociedad que ella y que el apellido es un freno".

Este nueva fórmula que encarna Zemmour busca así unir a las derechas radicales en torno a un proyecto común, conservador en lo moral y ultranacionalista identitario. En el vídeo de lanzamiento de su candidatura, restringido por YouTube por su contenido, Zemmour elabora un mensaje antinmigración que advierte del declive nacional, de la decadencia, la invasión y el reemplazo de los verdaderos franceses de siempre por migrantes, con especial énfasis en los musulmanes. El mayor rabino de Francia ha llegado a acusar a este hombre de antisemita, a pesar de su origen judío y de tener padres argelinos.

Disparado en las encuestas, ¿hasta dónde llegará?

Hace unas semanas, los sondeos le colocaban en la segunda vuelta, junto a Emmmnuel Macron. El efecto Zemmour parece haber empezado a menguar y las encuestas le otorgan ahora entre el 10% y el 13% del voto. Sí embargo, podría ser aún útil al propósito de la extrema derecha francesa. De mantenerse así, y si Marine Le Pen alcanzara la segunda vuelta, que parece que ocurrirá, contaría por primera vez con el apoyo de otro partido eliminado en la primera que podría llamar al voto por ella.

"No me cabe duda de que la operación Zemmour se lanzó, entre otras cosas, para acabar con el personaje político de Marine Le Pen; pero puede acabar teniendo el efecto contrario. Por una parte, por esos votos prestados. Por otra, porque un discurso tan beligerante, de guerra, hacer parecer a Le Pen más moderada y presidenciable. Ya no es un ogro, sino que la hace parecer, hasta cierto punto, una persona cabal". Fernández vaticina que Zemmour no alcanzará la segunda votación, pero eso no significa que la extrema derecha se debilite. Zemmour se erige así en una nueva fórmula más populista y radical. Más fuego y polarización en el corazón de la Unión Europea.

 
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