¿A qué se dedicará Angela Merkel tras abandonar la Cancillería alemana?
La exdirigente de Alemania no descartaría dedicarse a la promoción de temas que de verdad le toquen el corazón.
Berlín
No está nada claro, pero todo apunta a que la hasta ahora canciller de Alemania, Angela Merkel, no se quedará cruzada de brazos. Ha pedido contar con un equipo de nueve personas, dos empleados más que los que tuvo su antecesor, el socialdemócrata Gerhard Schröder. A saber: director de oficina, subdirector, dos oficiales de mesa, tres oficinistas y dos conductores. Un gran equipo para algo más que hornear pasteles de ciruelas y cocinar sopa de patatas, como ha comentado en alguna ocasión en una imagen demasiado bucólica para la otrora 'líder del mundo libre'. Aunque ha sido reacia a contar a qué se dedicará ahora, Merkel sí ha sugerido que no descartaría dedicarse a la promoción de temas que de verdad le toquen el corazón.
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"La futura canciller retirada realizará tareas de interés federal que se derivan de la continuación de sus funciones oficiales", reza en la justificación para pedir tamaño equipo. Además, tiene derecho a derecho a protección personal, un coche de empresa y un despacho en los locales del Bundestag en Berlín para el resto de su vida. Se la seguirá llamando canciller, aunque la designación es la "antigua canciller", o "canciller retirada".
Financieramente no va a tener que preocuparse de nada. Actualmente gana 25.000 euros al mes como canciller. Además, tiene derecho a algo más de 10.000 euros como miembro del Bundestag, del que forma parte desde hace más de 30 años. Cuando abandone la Cancillería seguirá percibiendo su sueldo durante tres meses, y luego la mitad durante un máximo de 21 meses. Después llegará la pensión, de unos 15.000 euros mensuales.
Una vez despejada la incógnita de su futuro, está obligada por ley -al igual que el resto de antiguos miembros del Gobierno- a preguntar a la Cancillería si sus actividades perjudican los intereses públicos. Una comisión de ética que asesora al gobierno puede imponer un periodo de espera de hasta 18 meses en caso de duda. Por el momento seguirá viviendo en Berlín. Su marido, el químico cuántico Joachim Sauer (72 años), aún no piensa en dejarlo. Aunque es profesor emérito de la Universidad Humboldt de Berlín, ha prolongado su contrato como investigador principal hasta 2022.