La alegría de este niño bailando camino a un trasplante de corazón ha enamorado a las redes
El pequeño celebra la noticia de su intervención tras ocho meses en lista de espera
Madrid
El pequeño Waylen Blount ha conquistado al mundo entero con su baile de celebración tras conocer la noticia de que, por fin, habían encontrado un corazón compatible que trasplantarle.
El niño de apenas tres años de edad materializó su alegría bailando al ritmo de Watermelon Sugar de Harry Styles en su camino hacia el quirófano; recorrido que fue grabado por las enfermeras el hospital de niños Joe DiMaggio de Hollywood, quienes más tarde lo compartieron en su cuenta de Facebook.
La emoción y la energía del pequeño han conmovido a miles de personas, viralizándose en redes sociales y despertando la admiración de todo tipo de usuarios alrededor del mundo, que han visto en el crío una auténtica fuente de inspiración.
El final de ocho meses de espera
Waylen sufría una miocardiopatía restrictiva diagnosticada; una enfermedad en estado grave que podría haber terminado con la vida del pequeño. Los médicos aseguran que el trasplante de corazón no es una cirugía técnicamente muy compleja, siendo la mortalidad quirúrgica del 12% al 13%; sin embargo, el tiempo de espera para recibir un donante compatible puede ser desesperanzador para algunos pacientes.
Por ello, es inevitable celebrar la inminente llegada de la cirugía cuando, por fin, aparece un donante. Waylen no pudo contener la emoción por tener un nuevo corazón y así lo demostró, con una reacción lógica a la par que entrañable tras ocho meses de espera y siendo ya el número 68 de la lista.
“Las palabras no pueden explicar lo feliz que estoy"
“Esta es la razón por la que hago lo que hago. Llegamos a conocer a estas familias tan íntimamente... Lleva aquí ocho meses”, explicaba la cardióloga pediátrica de Waylen, Laura D’Addese, tras difundir las imágenes.
“Las palabras no pueden explicar lo feliz que estoy. Es agridulce, pero estoy tan feliz de que, finalmente, haya llegado este momento”, explicaba la madre. “Ahora puede vivir su vida. Nunca antes había tenido una infancia. Nunca jugó. Nunca habló con otros. Ahora es un niño completamente diferente”, explicaba entusiasmada a los medios locales.