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El PP elige a Nadia Calviño como blanco de sus críticas: "Era una defraudadora fiscal, lo sabe toda España"

El presidente del PP, Pablo Casado, ha redoblado su ataque contra el Gobierno y contra la vicepresidenta primera del Gobierno, Nadia Calviño, en una escalada ante la que el Ejecutivo ha pedido sosiego y ha hecho un llamamiento a la 'buena política' que el PP ha considerado una estrategia para acallar a la oposición

El presidente del PP, Pablo Casado / M. Dylan - Europa Press (EUROPA PRESS)

Madrid

El presidente del PP, Pablo Casado, ha redoblado su ataque contra el Gobierno y contra la vicepresidenta primera del Gobierno, Nadia Calviño, en una escalada ante la que el Ejecutivo ha pedido sosiego y ha hecho un llamamiento a la "buena política" que el PP ha considerado una estrategia para acallar a la oposición

Así, Casado ha asegurado que no permitirá que el Gobierno intente "impedir el ejercicio democrática de una oposición parlamentaria" y se ha preguntado si, con estos llamamientos, el Ejecutivo pretende que el PP "pinte el logotipo de rojo" y se "subrogue a la disciplina sanchista".Por eso ha sido tajante: "no nos van a callar", ha dicho Casado.

Preguntada por el enfrentamiento, la ministra Portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, ha asegurado que "estamos viendo a un señor Casado y a un PP que no le reconocen ni sus propios votantes", y ha apelado a la "política del entendimiento, de la escucha y del sosiego".

También Sánchez, desde Bruselas, aseguró en una rueda de prensa de madrugada que lamentaba el ambiente de crispación y, en referencia a Casado, aseguró que "cuando se pierde el respeto y la educación, se pierde todo".

Sánchez reaccionaba así a la intervención de Casado del miércoles, cuando tras una serie de acusaciones, le espetó:"¿qué coño tiene que pasar en España para que asuma una responsabilidad?", una frase con la que el líder del PP pretendía recordar el "¿qué coño tiene que pasar para que (Mariano Rajoy) pide el barro?", con el que el propio Sánchez reclamó en 2015 la presencia del entonces presidente del Gobierno en la rivera del Duero, arrasada por las crecidas del río.

Para Sánchez, según ha explicado ayer desde Bruselas, "cuando se pierde el respeto y la educación, se pierde todo, y yo lo lamento (...) porque los ciudadanos piden políticos que dejen a un lado la descalificación, los exabruptos y que, por una vez, arrimen el hombro y trabajen conjuntamente", ha añadido.

Estos llamamientos a la calma y a rebajar la tensión no han hecho mella en el PP, como demuestra el hecho de que la propia portavoz popular en el Congreso, Cuca Gamarra, avisara este jueves de que el partido seguirán elevando el tono y denunciando casos que "no se pueden encubrir", como el de los abusos a menores en un centro tutelado en Baleares o el de las presuntas malas prácticas fiscales de la vicepresidenta.

Desde La Coruña, Casado ha arremetido este viernes contra la vicepresidenta, de quien ha dicho que sabía que "era una defraudadora fiscal, lo sabe toda España, utilizó una sociedad instrumental (...) para comprar su mansión de 300 metros cuadrados, defraudando decenas de miles de euros", ha asegurado el líder de los populares, pese a que Calviño explicó en 2019 que está "desvinculada por completo desde 2004" de la sociedad Aldael Consultores, de su familia y a través de la que había comprado la casa.

Las críticas del PP hacia la vicepresidenta han subido de tono en las últimas horas tras una conversación de Calviño con Casado en un acto el miércoles después de la sesión de control al Gobierno en el Congreso, cuando Casado reprochó al presidente que no se investigaran los abusos a menores tutelados en Baleares, comentario que habría "descompuesto" a Calviño y por las que la vicepresidenta habría llamado "desequilibrado" a Casado.

Prueba también de que el PP ha recrudecido su estrategia de oposición son las más de 100 preguntas que el grupo parlamentario ha registrado este viernes en la Cámara Baja para que el Ejecutivo responda por escrito.

El grueso de las cuestiones se refieren a la labor y gestión de la vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, y entre ellas destaca si considera que sigue siendo "inmoral" emplear sociedades interpuestas para pagar menos impuestos, además de incluir un gran bloque de preguntas sobre la gestión de la pandemia o la vacunación.

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