Todo listo para el lanzamiento del mayor telescopio espacial
Solo el mal tiempo puede retrasar el despegue del Telescopio Espacial James Webb, que ya está preparado para el lanzamiento a bordo de un cohete europeo Ariane 5 desde la base espacial de Kourou, situada en la Guayana Francesa
Madrid
Solo el mal tiempo puede retrasar el despegue del Telescopio Espacial James Webb, que ya está preparado para el lanzamiento a bordo de un cohete europeo Ariane 5 desde la base espacial de Kourou, situada en la Guayana Francesa.
Si todo va bien, el James Webb se convertirá en el gran observatorio científico en el espacio, porque explorar regiones y épocas en la historia del universo nunca vistas hasta ahora, como las primeras estrellas, galaxias y agujeros negros. Además, este telescopio espacial es el primero que podrá analizar la atmósfera de los planetas que orbitan alrededor de otras estrellas y esto podría demostrar si son habitables.
El lanzamiento del mayor telescopio espacial de la historia ya ha sido retrasado en dos ocasiones. La primera, por un fallo técnico y la segunda por la llegada de tormentas eléctricas, pero todo está listo para el despegue a las 13:20 (hora española) de este sábado, 25 de diciembre.
El telescopio espacial James Webb tiene una potencia de observación cien veces más grande que el famoso telescopio espacial Hubble y ha sido desarrollado por la NASA, la Agencia Espacial Europea y Canadá.
Este histórico proyecto espacial ha costado 9.000 millones de euros y el James Webb tiene previsto colocarse a un millón y medio de kilómetros de la Tierra, para poder observar el universo sin interferencias de la atmósfera terrestre y en un punto órbital muy estable.
Gracias a su espejo primario que mide 6 metros y medio, el James Webb recogerá seis veces más luz que el Hubble, cuyo espejo primario es de 2,5 metros.
Otra novedad importante es que mientras que el Hubble se desplaza en una órbita cercana situada a unos 570 km sobre la superficie terrestre, el James Webb no orbitará realmente la Tierra, sino el Sol, situándose a una distancia de 1,5 millones de kilómetros de la Tierra, concretamente en el denominado punto de Lagrange L2 Tierra-Sol.
Gran escudo
En esa ubicación, el James Webb contará con un escudo solar multicapa del tamaño de una cancha de tenis que bloqueará permanentemente la luz del Sol, la Tierra y la Luna; y mantendrá el telescopio y la instrumentación a temperaturas criogénicas para su correcto funcionamiento.
España, a través del Centro de Astrobiología (CAB, CSIC-INTA) tiene una importante participación en esta misión, siendo uno de los pocos centros a nivel mundial que participan en dos de los cuatro instrumentos del James Webb, NIRSpec y MIRI.
Según explica Santiago Arribas, investigador del CAB que participa en esta misión espacial, "hay una técnica que será utilizada por vez primera en un telescopio espacial y que consiste en obtener simultáneamente miles de imágenes de una pequeña región del cielo en longitudes de onda ligeramente diferentes. Esto nos permitirá caracterizar con mucho detalle sus propiedades físicas, químicas y cinemáticas".
Las empresas españolas del sector aeroespacial CASA, CRISA e Iberespacio también han participado en el desarrollo de importantes componentes de este nuevo telescopio espacial, como el sistema de cableado criogénico, y la cubierta del sistema óptico.
Como concluye Santiago Arribas, "el telescopio James Webb nos va a permitir estudiar la época en la que surgieron los primeros objetos luminosos en el universo primigenio: las primeras estrellas, las primeras galaxias y los primeros agujeros negros. Además, nos ayudará a entender cómo las galaxias han evolucionado desde estas épocas tempranas en la historia del universo hasta el presente y, por tanto, cómo ha ido variando el ritmo de formación de estrellas en ellas, enriqueciendo el universo de elementos químicos".
Javier Gregori
Periodista especializado en ciencia y medio ambiente. Desde 1989 trabaja en los Servicios Informativos...