"Lo tengo que contar aunque me muera de vergüenza": la historia tras una muestra de heces que arrasa en redes

Madrid

"Si piensas que tienes un día de mierda, mejor tomártelo con humor". Esa es la conclusión a la que ha llegado la comunidad de Twitter después de leer el último hilo de Valeria Castro, rebautizado a posteriori como la Cacastrofe después de leer cada uno de los contratiempos que ha sufrido la presidenta de la Asociación Española de Empresas Productoras y Desarrolladoras de Videojuegos y Software de Entretenimiento para poder acudir al día siguiente al médico con la muestra de heces que le pidieron el día anterior.

Una historia que comienza en un pueblito pesquero de Tenerife que, tal y como explica la protagonista de esta historia, está bastante aislado: "No hay ni farmacia, ni supermercado, ni un triste bar. Todos sabemos que si no hay bar es que es una zona realmente aislada". Después de explicar que el hecho de vivir aislada tiene sus pros y contras, Valeria Castro lamenta que cada vez que se corta Internet, el agua o la luz, puede pasar bastante tiempo hasta que alguien vaya a arreglarlo.

La odisea de Valeria Castro para conseguir una muestra de sus heces

En esta ocasión, el barrio en el que vive se había quedado sin luz y llevan 8 horas sin poder recurrir a ella. Entre las grandes damnificadas de este apagón se encontraba la propia Valeria, quien tenía que entregar un bote con una muestra de sus heces en el hospital al día siguiente y no sabía muy bien cómo iba a gestionar una tarea que ya es complicada de por sí. Y es que, si ya es complicado con luz, imagínate sin ella. 

En su hilo de Twitter, Castro explica que, cuando le entraron ganas de ir al baño por la noche, se dirigió hasta el mismo sin una luz que le acompañara. Ni tan siquiera la de su teléfono móvil, ya que estaba ahorrando batería porque le daba miedo quedarse incomunicada. Una vez recogido el papel aluminio con el que tenía que extraer la muestra, la protagonista de esta historia fue lo más rápido posible al baño para poder hacer sus necesidades.

"Ahora sí que están llenas de barro"

Dado que la orina no se puede mezclar con las heces, Valeria Castro reconoce que se agobió bastante mientras estaba en el retrete y decidió cambiarse al bidet para poder hacerlo de la mejor manera posible. Sin embargo, y dado que parecía que se iba a quedar sin nada que poder meter en el bote, decidió hacerlo todo de la forma más abrupta posible. La protagonista de esta historia acabó mojándose y extrayendo la muestra sobre el bidet. Lo que no recordaba es que sobre el bidet estaban unas zapatillas llenas de barro: "Ahora sí que están llenas de barro".

Después de valorar la situación en la que se había metido, y pensar que lo mejor era ir a por el móvil para ver cómo podía arreglar todo el estropicio, Valeria Castro se tropezó con uno de sus gatos complicando más la escena: "Estoy llena de pis y mierda, mis gatos están llenos de pis y mierda y mis zapatillas están llenas de pis y mierda". Tras limpiar la escena de la mejor manera posible viendo la situación acaecida, Castro volvió a su habitación por los botes para las muestras. Unos botes en los que ponía que tenía que conservar la muestra en la nevera hasta el día siguiente. Sin embargo, llevaba 8 horas sin luz, por lo que no podía conservar nada en la nevera. 

Al día siguiente, y después de ver el éxito de su historia, Valeria ha explicado que ha vuelto la luz. También que le han aceptado las muestras en el hospital pero que le tienen que repetir la prueba en dos semanas porque también le tenían que sacar sangre y no han podido. Respecto a sus zapatillas, la protagonista de esta historia ha demostrado que les ha comprado un limpiador específico y un desodorante para las mismas.