Manuel Liñán, bailaor: "Los ataques homófobos son una falta grave contra la libertad que arrastras durante toda la vida"

'Muerta de amor' es el último espectáculo del bailaor y corógrafo Manuel Liñán que le ha llevado de Hong Kong a Londres y Bogotá, y con el que reflexiona sobre el amor, sobre las relaciones que mantenemos y sobre lo que queda de todo eso, "la pregunta inicial era qué es el amor. La respuesta no la he encontrado pero puede que sea una respuesta que va cambiando. Lo que sí hemos encontrado es una gran diversidad. El proceso creativo lo he compartido con toda la compañía. Ha sido diferente, hemos creado desde la nada, compartiendo desde cero con todos los intérpretes las distintas maneras de amar y de desear y las consecuencias que tienen las relaciones".

Un escenario de color fucsia, sólo podía ser de ese color confiesa Liñán, "es un color que a mi de pequeño me gustaba mucho, y cada vez que me ponía algo mis compañeras de clase me decían que era mariquita y que me gustaban los hombres". Y en ese escenario, desnudo, siete bailarines explorando los límites entre lo masculino y lo femenino, un diálogo entre identidad y tradición, constantes en la obra del bailaor, que le han valido el aplauso y el reconocimiento de la crítica y el público internacional, pero también durísimos ataques homófobos.

Conversamos con el artista de sus inicios, cuando solo bailando conseguía expresar lo que sentía, de su forma de entender la danza, y de cómo a través de su cuerpo y despojándose de los juicios sociales ha logrado mostrarse al mundo tal y como es.