
La psicología detrás de las 'comfort movies'
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'Comfort movies': la psicología detrás del hábito de volver una y otra vez a la misma película
'Aquí no hay quien viva', 'Friends', 'The Big Ban Theory'. Son muchos los títulos que se han consagrado como esa película o una serie a la que volvemos recurrentemente, a la que recurrimos cuando hemos tenido un día malo, o incluso con la que ponemos el broche a un día muy bueno. Esto tan cotidiano es un factor clave para las plataformas a la hora de estudiar nuestros hábitos de consumo porque, según apuntan los expertos, dice más de nuestra psicología de lo que sospechamos.
Se las ha apodado como 'comfort movies', por representar, efectivamente, una especie de zona de confort. A pesar del constante estreno de nuevas películas para todos los gustos, acabamos volviendo a lo que ya conocemos, y no ocurre solo con el cine, también con la literatura, con esa canción que tienes en bucle, y por supuesto con las series.
Clásicos de la televisión que, por muchos años que pasen, siguen siendo la banda sonora de muchas casas, como es el caso de 'Aquí no hay quien viva', que más de 20 años después del final de la serie, sigue cosechando un gran éxito y las principales plataformas la han incorporado a sus catálogos.
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Estos servicios de streaming no tienen cifras oficiales de cuántas veces pueden sus usuarios llegar a ver el mismo título, pero sí que han trascendido algunos casos exagerados que marcaron récords incluso, como el de una mujer en Chile que vio 278 veces 'Orgullo y prejuicio', la película de 2005 basada en la novela de Jane Austen. 278 veces en un solo año, esto equivale a unas cinco veces por semana.
En una entrevista reconoció que ya se sabía todos los diálogos de la película, que la película le generaba una sensación de familiaridad, y es que ese hábito de volver una y otra vez a una película tiene mucho que ver con esa sensación.
María Gómez, (@merigo en sus redes sociales), es psicóloga, aunque se ha hecho un hueco importante en las redes sociales, también hablando de cine y de series. Solo entre Instagram y TikTok suma una comunidad de más de un millón de seguidores. Explica que detrás suele haber un problema con la ansiedad. "Por no querer estar en contacto con nuestros pensamientos nos ponemos cualquier cosa, un podcast, un vídeo de fondo, música, y entra en juego el hecho de ponerse aquello que ya sabemos que nos gusta".
Explica Gómez que el cerebro en esos momentos de debilidad no tiene la capacidad para enfrentarse a una novedad, a lo desconocido, a una reflexión, a veces, incluso incómoda. "Cuando me enfrento algo que ya sé lo que va a pasar, te sabes incluso los diálogos, sabes que no va a pasar nada que te sorprenda o que te genere malestar, justo la clave el evitar la incertidumbre".
Otro factor importante que nos empuja a ponernos esa película que nos sabemos de memoria es la nostalgia. "El conectar con cómo me hacía sentir, el recordar cuando yo empecé a ver esta serie, qué edad tenía", reflexiona Gómez. "Esto pasa también mucho con la música, que siempre se suele decir de los cantantes 'a mí me gustaba más cuando empezaron', que en el fondo igual es que te gustabas más a ti mismo escuchando esa música en ese momento, entonces tú tienes ese recuerdo y esa nostalgia".
Ya sea por incertidumbre, ansiedad, al final las 'comfort movies' representan precisamente eso, algo tan positivo, como una zona de confort. Así que aunque existe toda una explicación psicóloga detrás, María Gómez nos anima a no abandonar nunca esas películas en las que encontramos una zona de confort, porque como ella dice, probablemente es una de las cosas más humanas que tenemos.
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