Agricultura y ganadería regenerativas: otras formas de hacer

Vitoria

Es otra forma de hacer y va más allá de lo ecológico. No solo contempla la eliminación de los fitosanitarios químicos sino que implica manejar la tierra y los animales de tal manera que se vuelvan a restablecer los equilibrios naturales rotos por las prácticas industriales en el campo que han aportado tóxicos a la tierra y la han ido desnutriendo.

Ana Digón, presidenta de la Asociación de Agricultura Regenerativa, lo compara con una orquesta: "el suelo, las diferentes plantas, los diferentes tipos animales tienen una melodía diferente dentro de la gran orquesta de la naturaleza. Ahí nuestro rol -el de las personas- es cada vez más el de conocer todos estos instrumentos, cómo funcionan y poder hacer de directores de orquesta". Se trata, comenta, de recuperar lo mejor de los saberes ancestrales y sumarle a eso la ciencia y la tecnología más punteras para ayudar a quien apuesta por producir de esta manera.

Para eso -apunta- no hay recetas genéricas. Las formas de hacer en cada lugar y en cada proyecto agroganadero se tendrán que determinar de manera personalizada. Lo más adecuado -aconseja- es comenzar a probar con una superficie de suelo pequeña, que hay que analizar previamente para comprobar en qué estado se encuentra y, con el diagnóstico en la mano, trabajar en su recuperación.

Raro, loco o chamán

Eduardo Pérez de Azpillaga, de Bodegas Azpillaga Urarte, fue uno de los pioneros en Álava en sumarse a la agricultura regenerativa. Cuando en los 90 se unió al negocio familiar, lo hizo con la condición de cambiar las formas de hacer. Caminaron hacia la agricultura ecológica y, después, hacia la regenerativa. En ese viaje ha tenido que oír de todo: raro, loco, chamán, druida "y lo que queda" -ríe- aunque cada vez hay más gente interesada por saber en qué consiste lo que hace, porque después de más de veinte años ven que la cosa funciona.

En sus fincas hoy día en torno al 90% de los tratamientos que aplican son de elaboración propia. Asegura que el fruto ha mejorado en características (polifenoles, azúcares...) y que eso permite conseguir un producto diferenciado del resto. Incluso -comenta- han reducido el riesgo de botritis, una de las enfermedades que más miedo da a los viticultores.

Únete al canal de WhatsApp de la SER

En lo que respecta a los costes de producción, Pérez de Azpillaga asegura que se reducen mucho por la eliminación de los tratamientos químicos aunque reconoce que hay que dedicarle más tiempo al campo, sobre todo en los momentos más críticos para controlar la aparición de enfermedades.

Leche más saludable

En Neiker Tecnalia, en Arkaute, llevan una década investigando acerca del manejo de ganado ovino desde la ganadería regenerativa. Nerea Mandaluniz, la coordinadora de este proyecto, señala que fundamentalmente han cambiado tres cosas con respecto al pastoreo convencional: dividen el campo en parcelas más pequeñas, concentran una gran carga de ganado allí por un espacio más reducido de tiempo y luego dejan que esa parcela se regenere más tranquilamente, durante más tiempo.

Con estas prácticas han conseguido mejorar la salud del suelo; han comprobado que fija más carbono, que mejora su biodiversidad vegetal y que produce más hierba, lo que permite un ahorro importante porque no hay que comprar comida extra para el ganado.

Además, en lo que respecta a la calidad de la leche, este año han comprobado que la que producen animales con manejos regenerativos tiene un perfil de ácidos grasos más saludables ya que predominan los ácidos grasos poliinsaturados que son mejores para la salud cardiovascular o el control del colesterol.

Mandaluniz asegura que cada vez hay más gente del sector ganadero interesada en estas formas de hacer e incluso mayor interés entre la ciudadanía, los consumidores y consumidoras.