En el PP priman otros intereses a la calidad del mercado laboral

Hola, muy buenos días. A las nueve de la mañana empieza en el Congreso el pleno que debe refrendar la reforma laboral del Gobierno de coalición. Exigencia de Bruselas, medida estrella del ejecutivo, pero sobre todo medida estrella de la ministra de Trabajo y vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz. Ni el Gobierno ni la vicepresidenta se imaginaban, tras conseguir el acuerdo con los agentes sociales, sindicatos y patronal, que llegarían al día de hoy con la calculadora echando humo y sumando apoyos por donde no preveía.

Un puzzle de partidos que aportan sus votos y el apoyo de Ciudadanos, que, a estas alturas de la legislatura, opta por darle oxígeno al Gobierno. Es lo que Yolanda Díaz no quería, porque decía que expulsaría a la izquierda, a los socios de investidura.

La posición del Partido Popular

Del PP, por cierto, ni hablamos. Dicen que la actual reforma solo maquilla la anterior, que es la suya, pero, aun así, no la apoyan. Se resisten también, a apoyar la reforma Esquerra Republicana, Bildu y el PNV, se resisten a apoyar la nueva norma laboral que, sin duda, mejora la anterior y que pretende luchar contra uno de los problemas endémicos de este país, la temporalidad. Así que unos y otros tendrán que explicar el porqué no se suman a una reforma que cuenta con la luz verde de los representantes de los trabajadores. Tendrán que explicar por qué priman otros intereses que no tienen nada que ver con la calidad del mercado laboral. Y tendrán que explicarlo muy bien.

La votación de hoy abre además una brecha entre dos formaciones que pocas veces discrepaban, Esquerra Republicana y Unidas Podemos. ¿Qué temen los republicanos? Si aceptamos como pista las descalificaciones de estos últimos días a la vicepresidenta Yolanda Díaz, parece claro lo que temen, una sombra electoral por la izquierda que haga peligrar su hegemonía independentista en Cataluña. Intereses, pues, de partido, no intereses de los trabajadores.

Después de unas cuantas semanas de incertidumbre, hoy el Gobierno podrá respirar tranquilo, a la legislatura le queda todavía recorrido, mucho más de lo que el PP quisiera. Los apoyos para la aprobación de la reforma centran al Gobierno, un espacio que el PP ha dejado completamente vacío y esto inquieta a Unidas Podemos que forma parte de ese Gobierno. La aritmética seguirá siendo vital en el tiempo que queda hasta unas nuevas elecciones.