La vida sigue con Marce en el corazón

Aranda de Duero

Hace un año la SER os llevaba a conocer una historia lacrimógena. Muy sentida y emotiva. Conocíamos un hogar, el de Susana y Marce, marcado por la ELA, enfermedad que lamentablemente sufría este último, y que tristemente no tenía ya solución. Y lo conocíamos a través de Maya, una perrita arandina abandonada a su suerte en la calle, acogida por la protectora Huellaranda, y a la que Susana quiso darle una oportunidad.

No sabía si era una buena idea. Su hogar estaba tambaleado por la enfermedad de Marce. Pero en cuanto Susana vio los ojos a Maya, supo que era ella. Hubo una conexión inexplicable que no se puede definir. Y su llegada a casa, simplemente fue una revolución… Maya no se separaba de Marce. Lo acompañaba, lo cuidaba a su manera. Y él le sonreía, y trataba de recuperarse y estar lo mejor posible para poderle acompañar de paseo. El amor que desprendió esta perrita fue un punto de inflexión en la vida de esta pareja, una sobredosis de amor, un calmante para el dolor…

Pero tristemente, la vida de Marce se apagó hace poco más de dos meses. "Ese momento tenía que llegar y llegó el día menos esperado. Nunca estamos preparados, aunque cuando te diagnostican ELA te intentan preparar, es igual, es muy duro", relata Susana.

La sociedad se volcó con Susana Santamaría y con Maya; les arropó. Y ahora, como cualquiera que pierde a un pilar en su vida, tratan de reanudarla acompañados de su recuerdo. "Si no fuera por todas esas muestras de cariño no sé cómo lo habríamos llevado. Nos ha dado fuerzas para el día a día. Ha sido muy duro porque hemos pasado de estar 24 horas con Marce a estar solas de repente, se nos ha quedado un hueco imposible de llenar. Si no fuera por Maya, tendría un vacío que no sabría cómo rellenar", reconoce.

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Maya fue un punto y aparte en la enfermedad de Marce. Ella era consciente de que tenía que brindarle cariño y compañía. Pero los animales también están repletos de sentimientos, y esta perrita arandina también pasó muy malos días con el fallecimiento de su querido y amado dueño. "No sé si es que los animales tienen un sexto sentido, pero la última semana estuvo muy pendiente y cuando falleció él, se volvió loca, se puso muy nerviosa, yo creo que ella ya sabía lo que iba a pasar, y por eso estaba así", relata Santamaría.

Ahora, Maya es la fiel escudera de Susana, que ha vuelto a su trabajo de vigilante de seguridad. Ha pasado a ser su fiel compañera, pero también un motivo por el que levantarse cada mañana, por el que evitar una profunda depresión… Porque Susana, dos meses antes de perder a Marce, también perdió de forma inesperada a su hermana. "Maya me está dando la vida literalmente. Yo hay días que no tengo ganas de nada, que si no fuera por ella me quedaría tirada en la cama. Pero le miro esos ojitos, nos levantamos y bajamos al parque y hasta nos lo pasamos bien. Se ha convertido en mi niña, mi apoyo... Yo creo que la vida me la ha puesto en el camino por algo y quería que no estuviera sola. Me ha puesto un ser incondicional que es un gran apoyo, está conmigo a todas horas", dice.

¿Y qué le diría Susana a esa gente que esté meditando incorporar a un animal a su casa? A quienes incluso pueden pensar que su situación, por ser compleja, no invita a ello. "Que no se lo piensen, que adopten ya. No solo a quienes se lo piensa sino a quienes tienen problemas de estado de ánimo; es que tener un perrito adoptado en casa es una maravilla. He aprendido que nos pasan cosas malas, pero también cosas buenas, seres muy buenos que nos cambian la vida como Maya. Porque no es solo Maya, es el cruce con todo el equipo de Huellaranda, que hace un trabajo increíble hacia los animales y las personas que se cruzan con ellos, me han ayudado a nivel personal y solo puedo estar agradecida", dice.

Aún, hoy día, habrá quien seguirá diciendo que los animales no sienten ni padecen. Que no necesitan tanto cuidado y atención. Muchos seguirán siendo tristemente abandonados. Pero mientras todo eso pasa, Maya, que supo lo que es ser abandonada a su suerte y que nadie le diera una oportunidad, seguirá apoyando, animando y haciendo mejor la vida de Susana. Quizá es que simplemente estaban predestinadas. Quizá, el destino quiso unir dos corazones que seguirán latiendo y recordando a su amor común… Marce.