Un clásico en una división inimaginable
La firma de Ángel Revaliente

Angel Revaliente es articulista de Radio Jerez Cadena SER / Radio Jerez Cadena SER

Xerez Club Deportivo y Recreativo se enfrentan este domingo en el sitio de siempre, Chapín, aunque no sea el feudo habitual del cuadro local desde hace ya muchas, demasiadas, temporadas. Se trata de un clásico de Segunda y Segunda B que en este año 2002 se disputa en una categoría que hace nueve o diez años ninguno de los dos equipos podía augurar ni siquiera en sus peores pesadillas. Por eso hay que tirar de nostalgia para ver sobre el césped esos duelos titánicos entre Juan Pedro e Iván Rosado o para rememorar aquel partido del que pudo ser, pero no fue, el ascenso de los que entrenaba Shuster a Primera y que, a la postre, significó el abrazo a la gloria del Decano, con la inestimable ayuda de un árbitro partidista, en la línea de aquellos otros que se cruzaron en el camino azulino en los diez últimos partidos de aquella liga en la que parecía estar todo teledirigido para que el Xerez sufriese un escarnio y no lograse el salto de categoría, con especial énfasis en aquel choque ante el Salamanca en La Juventud que terminó en un escándalo de tales proporciones que conllevó el cierre por cuatro partidos del Estadio local, lo que hizo que a la siguiente temporada se comenzase jugando en Bahía Sur.

Jesús Mendoza durante u partido ante el Recre

Jesús Mendoza durante u partido ante el Recre
Le decía el pasado miércoles a un amigo, hablando de un reportaje que me envió sobre el retorno del Xerez al campo donde consiguió ascender en más de una ocasión a Segunda y en otra a la misma liga de las estrellas, que los recuerdos, recuerdos son y que solo sirven para sacarte una sonrisa cuando son gratos o para fruncir el ceño cuando no lo son tanto y que hay que vivir el presente y, tirando de optimismo, adivinar si acaso el futuro. Y el presente indica que estos dos equipos han vivido y compartido muchas historias deportivas e, incluso, económicas que, al fin y a la postre, son las que han conducido a que ambos estén en la última división nacional y también institucionales porque en los dos ha habido participación accionarial de los respectivos Ayuntamientos, aunque con la diferencia de que el de Huelva asumió su responsabilidad como accionista y salió en defensa de sus intereses y, por ende, puso una alfombra de salvación para el club recreativista y el de aquí, cuando el equipo estaba a punto de defenestrarse, allá en 2013, lo que hizo fue eludir su compromiso y empujar a la sociedad al precipicio aunque la mano salvadora de un parte, mínima eso sí, de su afición lo rescató para meterse en el barro y ahora luchar, pagando por jugar, entrenar y casi respirar, por supervivir y, a ser posible, para asomar más pronto que tarde por otras categorías que le acerquen a tiempos de mayores alegrías.
Un clásico el domingo a las 12 que, aunque sea en Tercera, sigue siendo un clásico que merece vivirse y que debe ganar el Xerez para romper su mala dinámica en este 2022, de la que, por otra parte, se gane, se pierda o se gane al Recretivo, se va a salir porque el equipo mereció ganar en Córdoba y cuanto menos no perder en Cartaya. Suerte.




