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Historia

Los nueve rasgos que definen la maldad

Existen factores ambientales que se unen al factor genético pero aún no podemos establecer cuánto hay de cada uno en un sujeto malvado

Un hombre trabajando en un ordenador. / FangXiaNuo

Un hombre trabajando en un ordenador.

La maldad existe y es un concepto que ha ido cambiando a lo largo del tiempo. Por ejemplo, para el Santo Oficio la maldad tenía su origen en el demonio que inspiraba a las “brujas” a cometer actos terribles contra otras personas. Hoy, la maldad es más cotidiana y real porque es una construcción humana; la podemos ver reflejada en un niño que mata a otro, en una madre o un padre que mata a su hijo o en un sujeto que dedica su vida a explotar sexualmente a las mujeres.

Pero ¿debemos hablar de personas malvadas o de actos malvados que llevan a cabo las personas? Sobre este asunto hablamos en Si amanece nos vamos.

La maldad forma parte de la condición humana y lo verdaderamente terrorífico es que no tiene un rostro determinado. A ella se le achaca la crueldad más absoluta e inimaginable.

¿De qué está hecho un malo? ¿La maldad es intrínseca al ser humano, o el ser humano se hace malo con el paso del tiempo? ¿Todos podemos ser malvados en un momento determinado de nuestra vida? ¿La maldad es una mancha en el alma o una disfunción de la mente humana?

No podemos negar que hay personas con cierta predisposición a realizar actos malvados, pero nadie nace predestinado a ser malo. Existen factores ambientales que se unen al factor genético pero aún no podemos establecer cuánto hay de cada uno en un sujeto malvado. Tenemos genes para propensiones del temperamento, para la agresividad, para la insensibilidad ante el sufrimiento ajeno y, si los tienes, reúnes una serie de criterios biológicos que acercan a los humanos al concepto filosófico de maldad, pero no hay genes de la maldad. Debemos entender la maldad como el fruto de complejas interacciones entre predisposiciones biológicas y factores sociales y ambientales.

La ciencia durante mucho tiempo ha eludido el concepto de maldad, pero ahora está desvelando los misterios de la violencia. Desde 1950, diversos investigadores han estudiado muchos rasgos oscuros de la personalidad, que incluyen el desprecio por la vida y el bienestar de otras personas, conocidas o desconocidas. La pregunta a contestar es ¿hay en la maldad humana un factor general que está presente en cada uno de nosotros pero en diferentes grados? Parece que así es y está formado por lo que se ha denominado como los nueve rasgos oscuros. Aquellos sujetos que puntúen más alto, serán los que tengan los comportamientos más agresivos, incluyendo el asesinato. Pero hay otros tipos de maldad.

 
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