Ciudad Real

En el año 1970 comenzó su andadura en la Plaza Mayor (entonces Plaza del Generalísimo) el bar Casa Braulio. Era un pequeño bar "muy típico manchego", según recuerda Prado Redondo, una de sus cuatro hijas. Tenía otras tres plantas más que albergaban un hostal. Once años después se abrió un segundo bar, éste más grande, en la Plaza de Cervantes, al que llamaron Casa Braulio II. Estuvieron en funcionamiento hasta el año 2008, el primero y hasta 2011 el segundo. Esta semana hemos recordado este conocido bar de Ciudad Real que destacó por estar muy vinculado a las tradiciones de Ciudad Real.

María José, otra de las hijas de Braulio, recuerda en el espacio de Hoy por Hoy Ciudad Real, 'La Máquina del tiempo', lo duro que trabajaron sus padres en el negocio en el que también estaba su abuela y las cuatro hermanas que siendo bien pequeñas echaban una mano para ayudar en el bar. Resalta especialmente el trabajo de su madre, que llevaba la cocina del bar y el hostal del que, todavía, guarda algunas anécdotas, como los dos huéspedes que se marcharon de allí sin pagar. Un constructor, cuya empresa quebró y se marchó dejándose allí toda la maleta o el caso de un música que también se fue sin pagar dejando en la habitación una guitarra eléctrica y una trompeta.

De los bares recuerdan, especialmente, lo entrañable que era Casa Braulio, un bar típico manchego que siempre intentaba ambientarse según las fiestas. Durante la Pandorga era el lugar donde se daban los números para apuntarse a los concurso de limoná, que entonces se celebraban en el Prado; en Semana Santa, su madre hacía las típicas torrijas y el arroz con leche que siempre ofrecía a los clientes que se acercaban a saludarla a la cocina; en Navidad ponía, incluso, un belén y en Semana Santa había cantantes que se subían al balcón para cantar saetas cuando pasaban los pasos.

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Típicas tapas y raciones

Las tapas también cambiaban con las épocas del año y las fiestas, pero Casa Braulio tenía una carta de típicas tapas. Las calientes y las frías, donde no faltaba el pisto con pan frito, chorizo de orza, magro con tomate, revuelto de trigueros, berenjenas de orza o aceitunas aliñadas. Además, solía ponía un barreño muy grande con barras de hielo que partía para poder los vasos frescos. Además, muchos son los todavía recuerdan la colección de fotografías del Ciudad Real antiguo o los platos de cerámica de la Pandorga que también lucían en las paredes del bar de la plaza Cervantes.

Braulio no sólo es recordado por sus bares, también fue presidente del Atlético Ciudad Real, inculcando la afición al fútbol a algunas de sus hijas y fundó la peña de Los Cabezones, siendo, entonces, una de las más numerosas de Ciudad Real.

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Estos y otros recuerdos de lo que fue "una gran familia" son los que hemos compartido con María José y Prado Redondo.

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