La profesora agredida en Burlada: "Hay jóvenes que no aceptan un no"

Pamplona

Marta Ripoll Calvet, profesora de Educación Física, tiene 63 años, y lleva 9 años dirigiendo el IES Ibaialde de Burlada. Tras resultar agredida de un puñetazo que le propinó un menor en plena calle cuando la docente trataba de parar la agresión del chico a una adolescente, Marta Ripoll explica en La Ventana de Navarra que se encuentra "físicamente, hecha una piltrafilla, tengo el lado derecho de la cara insensible, tengo visión doble. La agresión me produjo tres fracturas y me han tenido que poner una plaquita de titanio en la base del ojo y la pupila no responde a la luz, pero psicológicamente estoy muy bien", precisa.

Explica cómo se produjo la agresión: "Estábamos en la acera otra persona y yo y la otra persona vio como un mocetón fuerte pegaba a una chica. Cruzamos para ver qué pasaba, vimos que el chico estaba muy agresivo". Cuenta que se sumaron otras tres chicas y que a partir de ese momento, "él se puso mas agresivo, le sujete los brazos por detrás de la espalda, y cuando pensé que estaba más tranquilo, le solté, entonces se giró y medio un puñetazo en el ojo, que es lo que me ha producido las heridas, y la intervención que me hicieron el viernes.

Cuenta que ya le han dado el alta pero explica que tendrán que pasar "semanas para poder recuperar la sensibilidad en la cara y la visión". Recalca que el agresor no era alumno del instituto.

Esta profesora cuenta como ella le decía al chico que "con violencia no se consiguen las cosas". "Llevo muchísimos años en la docencia y mi otro mundo es el deporte, el atletismo, un deporte en el que somos una familia. Precisa que "no hay que meter a la juventud en el mismo saco. Hay un porcentaje de jóvenes que no aceptan un no, porque todo parece ser que era porque la chica no quería estar con él. Creo que hay que saber aceptar el no y que con violencia no se consiguen las cosas".

Sobre su agresor, matiza: "No sé mucho de él, pero creo que no ha cumplido los 16 años, para mí es un niño. Y concluye su reflexión: "¿Qué se consigue con la violencia? ¿Dejar a una persona como yo en el hospital? Físicamente me ha hecho daño, pero psicológicamente no me ha dañado. Esto me reafirma en la educación en el no a la violencia, no sólo de genero, sino de cualquier violencia"