Son adolescentes que se ven obligadas a vivir en alerta ante el riesgo de sufrir violencia y agresiones por parte de sus novios o exnovios y que tienen que ser protegidas por la Policía. Hay 836 dentro del sistema VioGén de Interior con algún tipo de seguimiento, según datos facilitados a la Cadena SER por el Ministerio. De ellas, 360 están en riesgo bajo, 173 en medio y 15 en riesgo alto. Estos niveles determinan la intensidad de la protección, que van desde llamadas telefónicas o mensajes de WhatsApp, pasando por el control de los lugares que frecuentan y hasta vigilancia aleatoria de su maltratador. Expertos como Miguel Lorente, profesor de medicina legal y médico forense, alertan de que ha retrocedido la concienciación social sobre la gravedad de la violencia machista, especialmente entre los jóvenes. Ha aumentado un 40% el porcentaje de chicos que creen que la violencia de género no existe: uno de cada cinco piensa que es un invento feminista y comparten el negacionismo de la extrema derecha de Vox. Son datos del último barómetro del Centro Reina Sofía que recuerda Lorente, quien destaca también otra información relevante: en 2019 era un problema grave para más del 6% de la población. Hoy ese porcentaje ha caído al 0,5%. Además, en los informes del Consejo General del Poder Judicial, el grupo de edad en el que más aumentan las denuncias es el de las jóvenes de 15 a 18 años. Lorente reprocha a las autoridades no hacer lo suficiente en el ámbito educativo y permitir que la extrema derecha plantee el pin parental para evitar que los menores reciban formación contra la violencia y el maltrato. Con Claudia, la menor asesinada este miércoles en Totana, son 14 las adolescentes de entre 15 y 17 años, que han sido víctimas mortales de la violencia de género a manos de sus novios o exnovios desde que hay estadísticas. Tres de ellas han perdido la vida en los últimos tres años.